
17 de julio de 2025 a las 21:45
Cardenales: ¿Listos para volar alto?
La silenciosa metamorfosis de los Arizona Cardinals ha pasado desapercibida para muchos. Tras un 2023 para el olvido con apenas cuatro victorias, el repunte a ocho triunfos en la temporada pasada, aunque insuficiente para alcanzar la postemporada, dejó entrever un potencial latente. Este 2024, con Jonathan Gannon al timón por tercera temporada consecutiva, las expectativas de un salto de calidad y el anhelado regreso a los playoffs, ausentes desde 2021, son palpables.
Gannon, un estratega defensivo que se ha ganado el respeto y cariño de sus jugadores, finalmente cuenta con las piezas necesarias para implementar su visión táctica. Su paso como Coordinador Defensivo de los Philadelphia Eagles, donde construyó una muralla impenetrable, es un augurio de lo que podría lograr en Arizona. La deficiencia en la presión al quarterback, un punto débil en la temporada anterior, ha sido abordada con la adquisición de dos veteranos de renombre: Josh Sweat, cuya destacada actuación en el Super Bowl, incluyendo dos capturas a Patrick Mahomes, le valió un jugoso contrato de 76 millones de dólares con los Cardinals, y Calais Campbell, un especialista en sembrar el caos en las líneas ofensivas rivales.
Pero la apuesta defensiva no se limita a las contrataciones estelares. El draft ha sido un semillero de talento, con la incorporación del novato Walter Nolen (tackle defensivo), Will Johnson (esquinero) y Jordan Burch (ala defensiva) en las primeras cinco rondas. Estos jóvenes se suman a Darius Robinson, seleccionado en la primera ronda del draft anterior, quien, tras una temporada debut marcada por las lesiones, buscará consolidarse como una fuerza en la línea defensiva.
En el lado ofensivo, la sinergia entre Kyler Murray y Marvin Harrison Jr., considerado el mejor receptor de su generación, será clave para el éxito del equipo. Harrison Jr., con un físico notablemente más imponente, se ha propuesto superar las 1,000 yardas y las 10 anotaciones, una meta ambiciosa pero alcanzable con el trabajo y la dedicación que ha demostrado. El ala cerrada Trey McBride, quien se erigió como el arma principal de Murray en la temporada pasada con más de 1,100 yardas, buscará aumentar su producción en la zona de anotación. El corredor James Conner, a pesar de sus 30 años, continuará siendo un pilar del ataque terrestre, compartiendo acarreos con el joven Trey Benson.
La gran incógnita sigue siendo Kyler Murray. Su talento como corredor es innegable, pero su inconsistencia en los pases y su fragilidad física son factores que limitan su potencial. Si Murray logra superar la barrera de las 4,000 yardas por aire y mantenerse sano, los Cardinals podrían dar la sorpresa. Sin embargo, si las lesiones lo siguen acechando y su rendimiento no mejora, la ofensiva seguirá siendo un punto débil.
Con una defensa reforzada y una ofensiva con potencial, los Cardinals se perfilan como un equipo competitivo. Sin embargo, la incertidumbre en torno a Kyler Murray hace difícil predecir su desempeño. Un récord de 9-8 parece un pronóstico realista, considerando las mejoras defensivas y el margen de progreso de la ofensiva.
Diego Carreño
@diegocarrenoff
Fuente: El Heraldo de México