
17 de julio de 2025 a las 09:30
América vuela alto: 3-1 contra Xolos
La tormenta no pudo apagar el fuego americanista. Un encuentro que amenazaba con convertirse en una pesadilla para el América, terminó siendo una demostración de resiliencia y poderío ofensivo. Si bien el marcador final de 3-1 contra Xolos refleja una victoria cómoda, el camino hacia ella estuvo plagado de obstáculos y momentos de incertidumbre que pusieron a prueba el temple del equipo.
Desde el inicio, las Águilas mostraron su intención de dominar, pero la férrea defensa de Tijuana y la falta de precisión en los últimos metros les impidió concretar sus llegadas. El fantasma del empate contra Juárez en la jornada inaugural se cernía sobre el Estadio Azteca, alimentando la ansiedad de la afición. La tensión se palpaba en el ambiente, como una tormenta a punto de estallar.
El penalti a favor, transformado en gol por Brian Rodríguez, fue un respiro momentáneo, un oasis en medio del desierto ofensivo. Sin embargo, la alegría duró poco. El gol de Xolos, producto de un contragolpe letal, fue un balde de agua fría que despertó los fantasmas del pasado. La defensa americanista, una vez más, mostraba sus vulnerabilidades, dejando en evidencia la necesidad de ajustes para solidificar la línea de atrás.
Y como si el fútbol no fuera suficiente drama, la naturaleza decidió sumarse al espectáculo. Una tormenta eléctrica de gran intensidad obligó a suspender el partido, sumiendo al estadio en una tensa calma. La pausa, lejos de beneficiar al América, parecía congelar su ímpetu ofensivo, planteando la posibilidad de un amargo empate.
Pero el América, fiel a su historia, resurgió de las cenizas. Con la reanudación del juego, las Águilas volvieron a desplegar sus alas, mostrando una garra y determinación admirables. El gol de Rodrigo Aguirre, un verdadero golazo, inyectó una dosis de adrenalina al equipo y a la afición. Y como broche de oro, Brian Rodríguez, con un doblete que quedará grabado en la memoria de los americanistas, sentenció el partido y desató la euforia en las gradas.
Este triunfo, más allá de los tres puntos, es un mensaje claro para la liga: el América está vivo, dispuesto a luchar por el título y a dejarlo todo en la cancha. El domingo, contra Toluca en el Campeón de Campeones, tendrán la oportunidad de demostrar que la tormenta solo sirvió para fortalecer sus raíces y prepararlos para la batalla final. ¿Lograrán las Águilas conquistar un nuevo título? El tiempo, y el fútbol, nos darán la respuesta.
Fuente: El Heraldo de México