La transformación de Bryce Young de novato titubeante a quarterback con destellos de grandeza en tan solo una temporada ha inyectado una dosis de optimismo en las venas de los Carolina Panthers. Su resurrección a partir de la semana ocho, tras la lesión de Andy Dalton, no fue una simple casualidad. Vimos a un Young liberado de la presión, moviéndose con fluidez en el bolsillo y distribuyendo el balón con la precisión de un cirujano. Sus más de 2600 yardas y 21 anotaciones no son meras estadísticas; son el testimonio de un joven quarterback que finalmente encontró su ritmo en la vorágine de la NFL. Y este año, con un arsenal ofensivo reforzado, las expectativas son aún mayores.

La llegada de Tetaoira McMillan, el receptor estrella proveniente de la Universidad de Arizona, es una adición crucial. Su imponente estatura y sus manos seguras lo convierten en un blanco predilecto, especialmente en la zona roja. McMillan no solo promete touchdowns, sino también abrir espacios para sus compañeros. Xavier Legette, quien tuvo un debut discreto en la liga, tendrá ahora la oportunidad de demostrar su valía como segundo receptor, aprovechando la atención que la defensiva rival inevitablemente dedicará a McMillan. Y no olvidemos la invaluable experiencia de Adam Thielen, un veterano de mil batallas que, aunque en la recta final de su carrera, aportará liderazgo y mentoría a los jóvenes talentos del equipo. Thielen es el ejemplo perfecto de que la experiencia en la NFL es un activo tan valioso como la habilidad física.

El ala cerrada Ja'Tavion Sanders también tiene una deuda pendiente con la afición. Tras una temporada inaugural para el olvido, Sanders llega con sed de revancha y la determinación de silenciar a sus críticos. Su potencial es innegable y, con un Young más asentado en la ofensiva, podría convertirse en una pieza clave del ataque aéreo.

En el juego terrestre, Chuba Hubbard se ha ganado a pulso el puesto de titular. Su explosiva temporada anterior, con casi 1200 yardas y 10 touchdowns, no solo le aseguró un jugoso contrato, sino también la confianza del cuerpo técnico. La desafortunada lesión de Jonathon Brooks le abrió las puertas a Hubbard, y él supo aprovechar la oportunidad al máximo. Con el respaldo de Rico Dowdle y el novato Trevor Etienne, el ataque terrestre de los Panthers promete ser una fuerza a tener en cuenta.

La defensa, por su parte, se ha reforzado con la llegada de Tre'Von Moehrig y el regreso del imponente liniero defensivo Derrick Brown, cuya ausencia la temporada pasada se sintió profundamente. Jaycee Horn, recientemente blindado con un contrato millonario, liderará la secundaria con su talento y experiencia.

Los Panthers tienen ante sí el desafío de escalar posiciones en una división dominada por los Buccaneers. La lucha por el segundo puesto se anticipa feroz, con los Falcons y los Panthers como principales contendientes. Los Saints, con una plantilla plagada de interrogantes, parecen destinados al sótano de la división. Si bien un récord de 7-11 podría parecer modesto, representa un paso en la dirección correcta para un equipo en plena reconstrucción, con un joven quarterback que promete grandes cosas y un renovado arsenal ofensivo. El futuro de los Panthers, con Bryce Young al timón, se vislumbra prometedor.

Diego Carreño

@diegocarrenoff