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16 de julio de 2025 a las 04:10

Injusticia: Cierran puesto por denunciar bache

La historia de "Pollos Reyna" ha capturado la atención de miles en redes sociales, convirtiéndose en un ejemplo de cómo una queja ciudadana puede escalar a niveles inesperados en la era digital. Todo comenzó con un bache. Un simple bache en la calle Valle Real del municipio de Juárez, Nuevo León, que se transformó en el detonante de una controversia que puso en el ojo del huracán a este pequeño negocio de pollos y a la administración municipal.

Reyna, dueña del establecimiento y también influencer, utilizó sus plataformas para denunciar el estado de la vía pública. Con la inmediatez que caracteriza a las redes sociales, el video de la denuncia se viralizó rápidamente. Poco después, "Pollos Reyna" fue clausurado. La coincidencia temporal entre la denuncia y la clausura despertó sospechas en la dueña, quien no dudó en expresar públicamente su indignación. Aseguró que la acción municipal era una represalia directa por haber expuesto el problema del bache, calificándola como una acción "personal" y motivada por cuestiones políticas.

La indignación de Reyna resonó en muchos usuarios, quienes se solidarizaron con su situación. El debate se intensificó, dividiendo opiniones entre quienes apoyaban a la dueña del negocio y quienes defendían la actuación de las autoridades. Se cuestionaba si el cierre se apegaba a la legalidad o si, en efecto, existía una motivación oculta detrás de la medida. La incertidumbre alimentó la conversación en línea, generando una ola de comentarios, especulaciones y críticas hacia la administración municipal.

La presión social ejercida a través de las redes sociales no se hizo esperar. El alcalde de Juárez, consciente de la magnitud que había tomado la situación, salió a la luz pública para desmentir las acusaciones de represalia. A través de un video, aseguró que el cierre de "Pollos Reyna" no tenía ninguna relación con la denuncia del bache y que, por el contrario, se estaban agilizando los trámites para que el negocio pudiera reanudar sus actividades lo antes posible.

En un giro inesperado de los acontecimientos, los dueños de "Pollos Reyna" publicaron un nuevo video, esta vez agradeciendo al alcalde por su intervención y aclarando que no existía ningún conflicto con el municipio. Reconocieron que la situación se había "salido de control" en redes sociales y que la pronta respuesta de las autoridades había sido fundamental para resolver el malentendido.

Este caso deja importantes lecciones sobre el poder de las redes sociales en la actualidad. Por un lado, demuestra cómo la voz ciudadana puede amplificarse y generar presión para la rendición de cuentas. Por otro, evidencia la rapidez con la que la información, a veces sin ser contrastada, puede viralizarse y generar controversias. Finalmente, nos recuerda la importancia del diálogo y la comunicación efectiva entre la ciudadanía y las autoridades para evitar malentendidos y construir una sociedad más transparente. La historia de "Pollos Reyna" nos invita a reflexionar sobre el uso responsable de las redes sociales y la necesidad de buscar la verdad detrás de las narrativas virales. ¿Fue una simple coincidencia o una represalia? El debate continúa, pero lo que es innegable es que este pequeño negocio de pollos se convirtió, aunque sea por unos días, en el centro de la conversación pública en Nuevo León.

Fuente: El Heraldo de México