
Inicio > Noticias > Desapariciones
16 de julio de 2025 a las 17:55
Ayuda a encontrar a Amelí
La angustia se dibuja en el rostro de Vanessa Gámez, una madre que lucha contra el reloj y la incertidumbre. Cada minuto que pasa es una daga que se clava en su corazón. Su hija, Ana Amelí García Gámez, de tan solo 19 años, se desvaneció sin dejar rastro el pasado 12 de junio en el Pico del Águila, una imponente elevación en el Ajusco. La búsqueda incansable de Vanessa la ha llevado hasta las puertas de Palacio Nacional, implorando la ayuda de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para que su voz, la voz de una madre desesperada, se escuche con fuerza y se traduzca en acciones concretas.
"El tiempo se agota", susurra Vanessa con la voz entrecortada por la angustia. "Yo pienso que mi hija ya no está ahí". Una frase que hiela la sangre, una premonición terrible que la impulsa a redoblar esfuerzos, a exigir una difusión masiva que movilice a las autoridades y a la sociedad en su conjunto. "Necesito que el Gobierno nos apoye para que se busque de otra manera, porque a lo mejor alguien la tiene", suplica con la mirada llena de esperanza, aferrándose a la posibilidad de que su hija aún esté con vida.
Las circunstancias que rodean la desaparición de Ana Amelí son un enigma que atormenta a su madre. La joven se encontraba con un grupo de personas, no precisamente sus amigos, cuando ascendió al Pico del Águila. Antes de perderse todo contacto, envió una fotografía desde la cima, una imagen que ahora se ha convertido en un doloroso recordatorio de su ausencia. ¿Qué sucedió después? ¿Quiénes eran esas personas que la acompañaban? Interrogantes que se agolpan en la mente de Vanessa, alimentando la desesperación y la incertidumbre.
"Vengo a Palacio Nacional buscando respuestas, buscando ayuda, buscando a mi hija", declara Vanessa con firmeza. "Quiero tener toda la información y ver qué más podemos hacer para que aparezca". Su presencia en la sede del poder ejecutivo es un grito silencioso, una súplica desesperada que clama por justicia y por el retorno de Ana Amelí.
La descripción de la joven se ha difundido por todos los medios: 1.61 metros de estatura, una apéndice auricular en el lado derecho, un pequeño lunar en el labio inferior del mismo lado y un diente frontal superior astillado. Detalles que, por insignificantes que parezcan, pueden ser la clave para su identificación. Cada persona que lea estas líneas, cada ciudadano que se sume a la búsqueda, se convierte en un rayo de esperanza para Vanessa y su familia.
La solidaridad de la sociedad es fundamental en estos momentos de angustia. Compartir la información en redes sociales, estar atentos a cualquier posible pista, reportar cualquier indicio a las autoridades, son acciones que pueden marcar la diferencia. La unión hace la fuerza, y en la búsqueda de Ana Amelí, cada gesto de apoyo, por pequeño que sea, puede ser crucial para traerla de vuelta a casa. No permitamos que el silencio se imponga. Hagamos que la voz de Vanessa, la voz de una madre que busca a su hija, resuene en cada rincón del país hasta encontrar a Ana Amelí. El tiempo corre, y cada segundo cuenta.
Fuente: El Heraldo de México