
15 de julio de 2025 a las 15:50
Tragedia en Teotihuacán: Hallan sin vida a Yuridia
La sombra de la violencia se cierne nuevamente sobre el Estado de México. La joven Yuridia Yatana Pérez López, de tan solo 20 años, fue encontrada sin vida el pasado lunes 14 de julio, tras haber sido reportada como desaparecida apenas dos días antes. Un escalofrío recorre la comunidad de San Juan Teotihuacán, donde la incertidumbre y el dolor se entrelazan en un abrazo desgarrador. La esperanza que se aferraba a su regreso se ha desvanecido, dejando un vacío imposible de llenar.
El último registro de Yuridia la ubica en San Juan Evangelista, una comunidad vibrante y llena de vida, irónicamente cercana a la majestuosidad de las pirámides, un símbolo de la historia y la cultura mexicana. Vestía una blusa beige, chaleco y pantalón de mezclilla, una imagen que ahora se graba en la memoria colectiva como un doloroso recordatorio de su ausencia. La zona, usualmente concurrida por turistas y comerciantes, se convierte ahora en el escenario de una tragedia que nos recuerda la fragilidad de la vida y la omnipresencia de la violencia.
El hallazgo de su cuerpo en un predio baldío de Santa María Cozotlán, a escasos minutos del lugar de su desaparición, añade un elemento aún más desgarrador a esta historia. Las huellas de violencia presentes en su cuerpo son un grito silencioso que exige justicia. Un grito que resuena en cada rincón de la comunidad, en cada corazón consternado por la brutalidad de este acto. ¿Qué ocurrió en esas escasas 48 horas? ¿Quién o quiénes son responsables de arrebatarle la vida a una joven con todo un futuro por delante? Estas preguntas, cargadas de angustia e indignación, se repiten una y otra vez en los murmullos de la gente, en las publicaciones en redes sociales, en las conversaciones a media voz.
Las autoridades, con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México a la cabeza, han iniciado una carpeta de investigación por feminicidio. Se revisan cámaras de vigilancia, se recolectan testimonios, se busca cualquier indicio que pueda arrojar luz sobre este crimen. La descripción detallada de Yuridia –sus 1.63 metros de estatura, su cabello castaño claro, sus ojos café, el lunar entre las cejas, la cicatriz de varicela en la frente–, que inicialmente sirvió para su búsqueda, ahora forma parte del expediente que busca hacer justicia a su memoria.
La conmoción es palpable. Vecinos, familiares, amigos, todos unidos por el dolor y la exigencia de justicia. No se trata solo de un caso aislado, sino de un reflejo de la violencia que azota a nuestro país, una violencia que se ensaña con las mujeres. Las organizaciones civiles y colectivos feministas se han movilizado, alzando la voz en redes sociales, exigiendo que el caso de Yuridia no quede impune, que se investigue a fondo y se castigue a los responsables. Se clama por un alto a la impunidad, por medidas efectivas que protejan a las mujeres, por un futuro donde la vida de Yuridia y de tantas otras víctimas no sea olvidada, sino que se convierta en un impulso para la construcción de una sociedad más justa y segura.
La espera de los resultados de la autopsia y los avances en la investigación se hace eterna para la familia de Yuridia, sumida en un dolor indescriptible. Mientras tanto, la sociedad se mantiene expectante, exigiendo respuestas, exigiendo justicia. El caso de Yuridia nos interpela a todos. Nos obliga a reflexionar sobre la realidad que nos rodea, sobre la necesidad de construir un México donde las mujeres puedan vivir libres de violencia. Su memoria nos llama a la acción, a la lucha por un futuro donde la justicia no sea una excepción, sino una constante.
Fuente: El Heraldo de México