La controversia en torno a la figura de Florinda Meza continúa encendiendo las redes sociales. Desde el estreno de la bioserie de Chespirito, la actriz se ha visto envuelta en una vorágine de críticas que han escalado a un nivel insospechado: un movimiento ciudadano busca retirar la estatua erigida en su honor en su natal Juchipila, Zacatecas. Lo que en 2019 se concibió como un homenaje a su trayectoria artística, hoy se percibe por algunos como un símbolo de "vergüenza", un reflejo del polémico romance que mantuvo con Roberto Gómez Bolaños, mientras él aún estaba casado con Graciela Fernández.

Este repentino cambio en la percepción pública de la actriz, quien diera vida a la icónica Doña Florinda, evidencia la fragilidad de la imagen pública y cómo una narrativa, en este caso la bioserie, puede influir radicalmente en la opinión colectiva. La serie, producida por el hijo de Chespirito, Roberto Gómez Fernández, ha reabierto viejas heridas y ha puesto bajo la lupa la vida privada de los protagonistas, generando un debate moral que trasciende la pantalla.

La convocatoria para retirar la estatua, que ha cobrado fuerza en Facebook y se ha extendido a otras plataformas como X (anteriormente Twitter), plantea interrogantes sobre los límites entre la vida pública y la privada, y sobre el derecho a reescribir la historia a la luz de nuevas revelaciones. ¿Es justo juzgar con la moral de hoy las acciones del pasado? ¿Debe el arte estar desligado de la vida personal del artista? Estas son algunas de las preguntas que surgen en el caldeado debate.

La concentración ciudadana, prevista para el 24 de julio, coincidirá con la emisión del último capítulo de la bioserie, lo que previsiblemente avivará aún más la polémica. El avance del séptimo episodio, que aborda directamente la infidelidad de Chespirito, promete ser la chispa que encienda la mecha de nuevas discusiones. ¿Cómo afectará este capítulo a la imagen de Florinda Meza? ¿Lograrán los manifestantes su objetivo de retirar la estatua? El desenlace de esta historia, tanto en la ficción como en la realidad, se presenta incierto y cargado de tensión.

Mientras tanto, la figura de Florinda Meza, otrora celebrada por su talento cómico, se encuentra en el ojo del huracán. La actriz, que ha mantenido un perfil bajo en redes sociales, no se ha pronunciado públicamente sobre la controversia, lo que alimenta aún más la especulación y el debate. ¿Romperá su silencio ante la creciente presión? ¿Cuál será su respuesta a las acusaciones que la señalan como la responsable de la ruptura del primer matrimonio de Chespirito? El futuro de la estatua en Juchipila, y en cierta medida el legado de Florinda Meza, pende de un hilo, a merced del juicio público y de la inclemente memoria colectiva.