La Ciudad de México, un laberinto vibrante de movimiento y energía, late al ritmo de millones de viajes diarios. Imaginen el flujo constante de personas, moviéndose como un río humano a través de sus venas de acero y concreto: el Metro, el Metrobús, el Cablebús, los autobuses de la RTP, el Trolebús, el Tren Ligero, e incluso las silenciosas Ecobicis. Todos estos medios de transporte, antes con sus propios sistemas de pago, ahora convergen en una sola herramienta: la Tarjeta de Movilidad Integrada (MI).

Más que una simple tarjeta, la MI se ha convertido en la llave maestra para acceder a la movilidad en la capital. Olvídense de las filas para comprar boletos individuales, del efectivo suelto y la preocupación de perder los tickets. La MI simplifica la vida del chilango, permitiéndole moverse con fluidez y eficiencia por toda la ciudad. Su tecnología, similar a la de una tarjeta de débito, facilita la recarga de saldo en taquillas, máquinas expendedoras o incluso a través de aplicaciones móviles. Un solo plástico, un mundo de posibilidades.

Pero la MI no solo es un medio de pago, es también una ventana a la historia de nuestros desplazamientos. ¿Recuerdan aquel viaje inesperado al sur de la ciudad? ¿O aquella escapada en Ecobici un domingo soleado? Toda esa información, cada trayecto, cada punto de acceso, queda registrado en la memoria de la tarjeta. Con solo unos clics, podemos acceder a nuestro historial de viajes, una bitácora personal que nos permite visualizar nuestros movimientos a lo largo del tiempo. Imaginen el potencial: controlar gastos, analizar rutas, optimizar tiempos de traslado.

Acceder a este historial es sorprendentemente sencillo. El sistema, constantemente actualizado, pone a nuestra disposición un archivo descargable en formato Excel con la información de nuestros viajes cada quincena. Seis días hábiles después del día 15 y del último día del mes, la información se refresca, lista para ser consultada. Una herramienta invaluable para aquellos que buscan llevar un control preciso de sus gastos de transporte o simplemente para quienes sienten curiosidad por visualizar sus recorridos urbanos.

La tarjeta MI es más que una simple tarjeta, es un reflejo de la modernización y la eficiencia en el transporte público de la Ciudad de México. Es la aliada perfecta para el ritmo acelerado de la vida capitalina, ofreciendo no solo una forma práctica de pago, sino también una herramienta de gestión y control para el usuario. Adquiérela en taquillas o máquinas expendedoras en las estaciones del Metro, Tren Ligero o Metrobús y comienza a disfrutar de una movilidad más inteligente e integrada. La ciudad te espera.