La tranquilidad de una ceremonia escolar se vio abruptamente interrumpida por el estallido de la violencia. Lo que debía ser una mañana de celebración y alegría, el cierre del ciclo escolar 2024-2025 en la secundaria Luis Donaldo Colosio de Ciudad Constitución, Baja California Sur, se transformó en una escena de pánico y confusión. El eco de las detonaciones de arma de fuego, provenientes del exterior del plantel, resonó en los corazones de alumnos, padres y profesores, dejando una huella imborrable en este día que prometía ser memorable por otros motivos.

Imaginen la escena: familias reunidas, expectantes por presenciar el logro académico de sus hijos, el orgullo reflejado en los rostros de los graduados, la emoción contenida a punto de estallar en aplausos. De pronto, el sonido inconfundible de los disparos destroza la armonía, sembrando el terror entre los presentes. La incertidumbre se apodera del ambiente, las risas se convierten en gritos, la celebración en un intento desesperado por encontrar refugio.

Los videos que circulan en redes sociales, testimonio crudo de la realidad, muestran la magnitud del caos. Alumnos y padres se arrojan al suelo, buscando protección ante la amenaza invisible. El maestro de ceremonias, con voz entrecortada por la tensión, intenta mantener la calma, impartiendo instrucciones a través del micrófono: "¡Todos al suelo! ¡Todos al suelo!". La escena, digna de una película de terror, se repite en cada rincón del plantel: el patio, los salones, los pasillos, todos convertidos en improvisados refugios.

La confusión y el miedo se palpan en el aire. ¿Quiénes son los responsables? ¿Cuál es el motivo de la agresión? Las preguntas se agolpan en la mente de los presentes, mientras esperan con angustia el fin de la pesadilla. La rápida respuesta de las autoridades, con la Procuraduría General de Justicia del Estado abriendo una carpeta de investigación, ofrece un atisbo de esperanza. El hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre a pocas cuadras de la escuela, víctima de las balas, confirma la gravedad de los hechos y la necesidad de esclarecer lo ocurrido.

Si bien en la secundaria Luis Donaldo Colosio no se reportaron heridos, el impacto emocional de este incidente es innegable. La comunidad escolar, conmocionada por la violencia que irrumpió en su espacio de aprendizaje, deberá lidiar con las secuelas de este traumático episodio. La investigación en curso se presenta como la única vía para obtener respuestas, para llevar a los responsables ante la justicia y, sobre todo, para intentar sanar las heridas que este acto de violencia ha dejado en la comunidad de Comondú.

Este suceso nos obliga a reflexionar sobre la inseguridad que permea nuestra sociedad y la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los entornos escolares. La escuela, espacio de formación y crecimiento, debe ser un santuario de paz, un lugar donde los niños y jóvenes puedan desarrollar su potencial sin temor a la violencia. El incidente en la secundaria Luis Donaldo Colosio es un llamado de atención, un recordatorio de que la lucha contra la violencia es una tarea de todos, una responsabilidad que no podemos eludir.