La tragedia que enluta a la familia Canro Martínez continúa revelando detalles desgarradores. Los hijos mayores de Viviana Andrea Canro Zuluaga, Mayerli Andrea y Brayan Hurtado Canro, han compartido con el público los últimos audios que recibieron de su madre, pintando una imagen de angustia y preocupación que contrasta fuertemente con la alegría que se esperaba de un viaje familiar para celebrar el Día del Padre. En sus propias palabras, Viviana describió el estado deplorable del Hotel Tone, donde se hospedaban junto a sus padres y su pequeño hijo Kevin Matías. “Re re re mohoso”, repetía con insistencia, un adjetivo que no solo describe las condiciones físicas del lugar, sino que también parece prefigurar la tragedia que se avecinaba.

La voz de Viviana, cargada de decepción, relataba la falta de elementos básicos como papel higiénico, toallas y aseo en general. La palabra “hartísimo”, repetida con énfasis, transmite la profunda incomodidad y frustración que sentía al ver a sus padres, a quienes les había regalado el viaje, en un ambiente tan precario. Más allá de la simple molestia por un servicio deficiente, se percibe la vergüenza y la culpa que la embargaban, el sentimiento de haber fallado en su intento de brindarles una experiencia agradable. “Me sentí mal con mis papás”, confesaba con pesar, una frase que resuena ahora con una intensidad aún mayor, conociendo el trágico desenlace.

Su intento por remediar la situación chocó con la aparente indiferencia del personal del hotel. Una empleada, según relata Viviana, le respondió con grosería, posponiendo cualquier solución para el día siguiente. La escena que presenció en la recepción, con otro huésped reclamando por las mismas deficiencias, confirmaba que no se trataba de un caso aislado, sino de una problemática generalizada en el establecimiento. “Ahorita el cuarto está terrible, de verdad”, fueron sus últimas palabras sobre el tema, una frase que se ha convertido en un testimonio desolador de las condiciones en las que pasaron sus últimas horas.

Estos audios, fragmentos de una conversación cotidiana que se tornaron en un presagio de la tragedia, abren interrogantes sobre las responsabilidades del hotel en este lamentable suceso. ¿Se ignoraron las quejas de los huéspedes? ¿Existían problemas de salubridad que pudieron contribuir a la muerte de la familia? ¿Se actuó con la diligencia necesaria ante la situación planteada por Viviana? Las autoridades competentes deberán investigar a fondo para esclarecer las circunstancias que rodearon este terrible acontecimiento y determinar si hubo negligencia por parte del establecimiento. Mientras tanto, la voz de Viviana, resonando desde el más allá, nos recuerda la importancia de exigir condiciones dignas en los servicios turísticos y la necesidad de una mayor vigilancia por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar de los viajeros.

La familia Canro Martínez, sumida en el dolor, clama por justicia y por respuestas que les permitan comprender lo sucedido. Los audios de Viviana, un testimonio póstumo de su angustia, se convierten en una pieza clave para reconstruir las últimas horas de esta familia y para exigir que se asuman las responsabilidades correspondientes. La memoria de Viviana, Tito Nelson y Kevin Matías merece que se esclarezca la verdad y que se tomen las medidas necesarias para evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.