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15 de julio de 2025 a las 03:30

Excomandante Chiapaneco Implicado en Desaparición

La Sierra chiapaneca, un territorio marcado por su imponente belleza natural, se ha visto ensombrecida una vez más por la sombra de la violencia y la impunidad. El caso de la desaparición forzada ocurrida en mayo de 2023 en el municipio de Siltepec ha sacudido a la comunidad y ha puesto en evidencia, una vez más, la compleja y preocupante situación de seguridad en la región. La detención del ex comandante de la Policía de Investigación, Gustavo “N”, abre una caja de Pandora llena de interrogantes y exige una profunda reflexión sobre la infiltración del crimen organizado en las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía.

El relato de los familiares de la víctima, un joven cuya identidad se mantiene en reserva para proteger su integridad y la de su familia, es desgarrador. Cuatro sujetos armados irrumpieron en su vida, arrebatándole su libertad y sumiendo a su familia en una angustiante pesadilla. La llamada exigiendo un rescate de dos millones de pesos, la desesperada negociación que redujo la cifra a 400 mil, la entrega del dinero y la desgarradora ausencia del joven… cada detalle es una puñalada que nos recuerda la fragilidad de la vida y la crueldad de quienes operan al margen de la ley. La angustia de la madre, quien se aferra a la esperanza de volver a ver a su hijo, es un clamor que exige justicia y que no podemos ignorar.

La detención de Gustavo “N”, quien para el momento del secuestro fungía como comandante de la Policía de Investigación en Siltepec, es un duro golpe a la confianza en las instituciones. Que un funcionario de alto rango esté presuntamente involucrado en un caso de esta magnitud genera profundas preocupaciones sobre la posible infiltración del crimen organizado en las fuerzas de seguridad. ¿Cómo es posible que quienes juraron protegernos se conviertan en victimarios? ¿Qué garantías tenemos los ciudadanos cuando quienes deben velar por nuestra seguridad son parte del problema?

La Fiscalía General del Estado, a cargo de Jorge Llaven, ha afirmado que se ha iniciado una revisión exhaustiva de carpetas rezagadas por desapariciones. Si bien este es un paso importante, es crucial que esta revisión no se quede en un simple trámite burocrático, sino que se traduzca en acciones concretas que permitan esclarecer estos casos y llevar a los responsables ante la justicia. El análisis de registros telefónicos y movimientos financieros que llevó a la identificación de Gustavo “N” demuestra que, cuando existe la voluntad política, es posible obtener resultados. Es imperativo que se aplique la misma diligencia y rigor en todos los casos de desapariciones, para que las familias de las víctimas puedan encontrar la verdad y obtener justicia.

La información de que Gustavo “N” fue transferido a la Dirección Jurídica de la Fiscalía en diciembre, meses después de la desaparición, levanta aún más sospechas. ¿Se trató de una estrategia para protegerlo? ¿Hubo complicidades dentro de la institución que permitieron su traslado? Estas son preguntas que exigen respuestas claras y contundentes.

La detención previa de otra persona implicada en el caso y la identificación de tres más cuya aprehensión está en proceso son señales alentadoras. Sin embargo, es fundamental que las investigaciones continúen hasta desmantelar por completo la red criminal que opera en la región y llevar ante la justicia a todos los responsables, sin importar su cargo o influencia. La sociedad chiapaneca exige justicia y no se conformará con menos.

Mientras tanto, la búsqueda del joven desaparecido continúa. Cada día que pasa aumenta la angustia de su familia y la indignación de una sociedad que clama por un alto a la violencia y la impunidad. La reclusión de Gustavo “N” en un área especial para servidores públicos dentro de un centro penitenciario es una medida necesaria, pero no suficiente. La verdadera justicia llegará cuando la víctima sea localizada y cuando todos los responsables de su desaparición rindan cuentas ante la ley. La Sierra de Chiapas merece vivir en paz. Sus habitantes merecen seguridad y justicia. Y la familia del joven desaparecido merece, al menos, la verdad.

Fuente: El Heraldo de México