
16 de julio de 2025 a las 02:05
Domina la RAE: ¿Junto o separado?
La Real Academia Española (RAE), guardiana incansable de la pureza y evolución de nuestro idioma, se enfrenta a diario con la compleja tarea de discernir el uso correcto de las palabras. En un mundo en constante cambio, donde el lenguaje se adapta y transforma a la velocidad de la luz, la RAE se erige como un faro, guiándonos a través de las turbulentas aguas de la gramática y la ortografía. Uno de los escollos más comunes, un verdadero quebradero de cabeza para muchos hispanoparlantes, es la correcta escritura de la palabra "sinvergüenza". ¿Junta o separada? La controversia ha reinado por años, generando debates acalorados en tertulias literarias y conversaciones cotidianas.
La RAE, con su sabiduría centenaria, ha emitido un veredicto claro y conciso: "sinvergüenza" se escribe junta cuando nos referimos a un individuo descarado, falto de escrúpulos, a un auténtico canalla. En este caso, la palabra funciona como un sustantivo o adjetivo, adquiriendo una connotación unitaria y compacta. Imaginen, por ejemplo, a un político corrupto, enriqueciéndose a costa del erario público, sin el menor atisbo de remordimiento. Ante tal desfachatez, la palabra "sinvergüenza", escrita en una sola pieza, se convierte en el dardo perfecto, en la descripción más certera de su comportamiento.
Sin embargo, la RAE, en su infinita sabiduría, también contempla la posibilidad de escribir "sin vergüenza" de forma separada. Pero, ¡ojo!, esto solo es válido cuando se utiliza en un sentido literal, describiendo una acción realizada sin experimentar el sentimiento de vergüenza. Imaginen a un niño pequeño, corriendo desnudo por la playa, ajeno a las miradas de los demás. En este caso, "sin vergüenza" describe la ausencia del sentimiento, no la calificación del individuo. El niño no es un sinvergüenza, simplemente actúa sin vergüenza.
La clave, por lo tanto, reside en la intención comunicativa. ¿Queremos calificar a alguien como deshonesto, desvergonzado? Entonces, sinvergüenza, todo junto, sin fisuras. ¿Queremos describir una acción realizada sin experimentar vergüenza? Entonces, sin vergüenza, separado, como dos entidades independientes.
Dominar estos matices, estas sutilezas del lenguaje, nos permite expresarnos con precisión y elegancia, evitando malentendidos y confusiones. La RAE, con su labor incansable, nos proporciona las herramientas necesarias para navegar por el fascinante mundo del español, un idioma rico, complejo y en constante evolución. Así que, la próxima vez que se enfrenten a la disyuntiva de escribir "sinvergüenza" junto o separado, recuerden el veredicto de la RAE y elijan la opción que mejor se ajuste al contexto y a su intención comunicativa. De esta manera, contribuirán a la preservación de la riqueza y la precisión de nuestro idioma, un tesoro que debemos cuidar y proteger.
Fuente: El Heraldo de México