Sumérgete en la magia de 2008, el año que vio nacer una leyenda del teatro musical mexicano: "Mentiras". Imagina un escenario minimalista, casi desnudo, con la potencia de un único disco brillante reflejando la energía vibrante de un elenco excepcional. Allí, entre el brillo incipiente de futuras estrellas, se encontraba Dalilah Polanco, dando vida a la entrañable Lupita, la secretaria con un corazón de oro y una capacidad asombrosa para enredarse en las más divertidas situaciones. Era la época de la autenticidad, de la chispa genuina que encendía cada función, una experiencia irrepetible para aquellos afortunados que presenciaron el nacimiento de un fenómeno.

¿Recuerdas la emoción palpable en el aire? La expectativa ante cada canción, cada revelación, cada gesto cómico de Lupita que arrancaba carcajadas sinceras. Era un viaje en el tiempo, una oda a los vibrantes años 80, con sus melodías icónicas que resonaban en cada rincón del teatro. Dalilah, con su innegable carisma y su preciso timing cómico, construyó a una Lupita inolvidable, un personaje que trascendió el libreto para convertirse en el corazón palpitante de la obra.

No era solo una secretaria; era el hilo conductor, la confidente involuntaria, la fuente de información a veces certera, a veces disparatada, que añadía capas de humor y enredos a la trama. Su presencia en escena era un bálsamo, un respiro de inocencia en medio del torbellino de emociones que desataba la historia.

Comparte con nosotros tus recuerdos de aquella época dorada. ¿Estuviste entre los privilegiados que vivieron la magia de "Mentiras" en sus inicios? Cuéntanos qué te impactó, qué te hizo reír, qué te emocionó. Revivamos juntos la nostalgia de un musical que marcó una época, un musical que nos regaló la inigualable Lupita de Dalilah Polanco.

Si fuiste testigo de esa primera chispa, de esa energía única e irrepetible, únete a la conversación. Comparte tus anécdotas, tus fotos, tus recuerdos. Hagamos un homenaje a la "Mentiras" original, la auténtica, la que nos robó el corazón y nos dejó con ganas de más. Porque la magia del teatro vive en la memoria de quienes la presenciaron, y cada recuerdo es una pieza invaluable de la historia de este gran musical. ¿Eras parte de la audiencia? ¡Háznoslo saber!