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15 de julio de 2025 a las 08:10
Comediante desata polémica por broma sobre deportaciones
La polémica está servida. Un comediante estadounidense ha logrado la improbable hazaña de unir a ambos lados del debate migratorio, aunque no de la manera que se esperaría. Alex Stein, ataviado con un disfraz de cerdo, se plantó frente a las oficinas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Portland, Colorado, con una petición peculiar: que no se deporte a las "latinas de gran trasero".
El video del incidente, difundido por el propio Stein en sus redes sociales, muestra la incredulidad y el malestar de los presentes. Agentes de ICE visiblemente molestos, y ciudadanos latinos al borde del enfrentamiento físico, acusaron al comediante de trivializar una situación delicada, mientras un grupo de migrantes acampa a las puertas del mismo edificio en espera de una resolución a su situación.
"No vine a faltarle el respeto a sus mujeres, en realidad quiero protegerlas. No quiero que las deporten, ¿cómo eso puede ser racista?", se defendía Stein ante los gritos de "racista" que le lanzaban los presentes. Su argumento, que pretendía ser satírico, no hizo más que avivar la indignación. La imagen del comediante disfrazado de cerdo, exigiendo la permanencia de las mujeres latinas basándose en sus atributos físicos, fue percibida como una burla ofensiva y reductora.
La controversia no se limitó al lugar de los hechos. La rápida viralización del video catapultó a Stein a una notoriedad inesperada. En una entrevista posterior con una cadena de televisión australiana, intentó justificar su performance argumentando que la protección de las "latinas de gran trasero" era un punto de encuentro entre demócratas y republicanos, "el más grande movimiento bipartidista que está creciendo en la nación", según sus palabras. Añadió, con un tono que pretendía ser humorístico pero que sonó a sarcasmo, que “si eres un nueve, estarás bien. Si eres un ocho, podemos debatir, pero las latinas deben quedarse”.
Lejos de calmar las aguas, estas declaraciones echaron más leña al fuego. La banalización del tema migratorio, la objetivación de las mujeres latinas y el uso de un lenguaje cargado de estereotipos han generado una ola de críticas. Muchos se preguntan si la intención de Stein era realmente la sátira política, o simplemente una estrategia para llamar la atención a costa de un tema sensible.
Lo que queda claro es que la "protesta" de Stein ha fracasado estrepitosamente en su supuesto objetivo de unir a la opinión pública. En lugar de fomentar el diálogo, ha exacerbado las tensiones y profundizado la división. El incidente pone de manifiesto la complejidad del debate migratorio en Estados Unidos, y cómo la sátira mal ejecutada puede tener consecuencias negativas e inesperadas. La pregunta que muchos se hacen ahora es si este tipo de "humor" contribuye al debate público o simplemente lo degrada. El caso de Alex Stein y su disfraz de cerdo frente a las oficinas de ICE parece inclinarse hacia la segunda opción.
Mientras tanto, la situación de los migrantes que acampan frente al edificio del ICE en Colorado sigue siendo precaria. Su lucha por una vida mejor, lejos de la atención mediática y las controversias generadas por las acciones de Stein, continúa en la sombra. Su realidad, marcada por la incertidumbre y la esperanza, contrasta con la frivolidad del espectáculo montado por el comediante. Y mientras las redes sociales arden con el debate sobre la "protesta" de Stein, la verdadera crisis migratoria sigue su curso, silenciada y olvidada.
Fuente: El Heraldo de México