
15 de julio de 2025 a las 19:05
Adiós al eterno corredor
La historia de Fauja Singh, un nombre que resonará por siempre en los anales del atletismo, ha llegado a su fin. A sus 114 años, este titán de la perseverancia nos ha dejado, no sin antes inspirar a millones alrededor del mundo con su inquebrantable espíritu y su pasión por la vida. Su fallecimiento, ocurrido el pasado 14 de julio en un trágico accidente en Punjab, India, ha sumido al mundo del deporte en una profunda tristeza. Imaginen la escena, un hombre que ha desafiado los límites de la edad y la física, caminando por una carretera, un acto tan cotidiano, interrumpido de forma abrupta e injusta.
Más allá de las medallas y los récords, aunque no oficialmente reconocidos debido a la falta de un certificado de nacimiento de la época, la verdadera grandeza de Fauja Singh residía en su capacidad para sobreponerse a la adversidad. Nacido en la India británica en 1911, su infancia estuvo marcada por la dificultad para caminar debido a la debilidad en sus piernas. ¿Quién hubiera imaginado que aquel niño, incapaz de dar sus primeros pasos hasta los cinco años, se convertiría en un icono del maratón, corriendo su primera carrera a la asombrosa edad de 89 años?
Su legado trasciende el ámbito deportivo. Fauja Singh se convirtió en un símbolo de esperanza y superación, demostrando que la edad es solo un número y que la verdadera limitación reside en la mente. Recordémoslo portando la antorcha olímpica en Londres 2012, un momento que encapsula la esencia de su espíritu indomable. Visualicen la llama olímpica, símbolo de la perseverancia y el esfuerzo humano, reflejada en los ojos de este centenario corredor, transmitiendo un mensaje de optimismo al mundo entero.
Su compromiso con causas nobles como la defensa de los animales, a través de su colaboración con PETA, y su participación en campañas publicitarias junto a figuras legendarias como Muhammad Ali y David Beckham, lo consolidaron como un referente no solo deportivo, sino también humano. Imaginen a Fauja Singh, con su característica barba blanca y su turbante, compartiendo escena con estos gigantes del deporte, un testimonio de que la grandeza se manifiesta de diversas formas.
El club "Sikhs In The City", al cual pertenecía, ha lanzado una campaña para construir la casa club Fauja Singh, un espacio que busca perpetuar su legado, incentivando la práctica deportiva y el pensamiento positivo. En lugar de flores, se invita a realizar donaciones para este proyecto, una manera tangible de honrar su memoria y contribuir a la construcción de un futuro donde la inspiración de Fauja Singh siga motivando a generaciones venideras. Contribuir a esta iniciativa es más que una donación; es una inversión en un futuro donde la perseverancia, la positividad y la pasión por la vida, valores encarnados por Fauja Singh, sean el motor que impulse a las personas a alcanzar sus sueños, sin importar la edad ni las circunstancias. Es una forma de mantener viva la llama que él encendió en nuestros corazones.
Fuente: El Heraldo de México