
14 de julio de 2025 a las 18:10
Sheinbaum: Wixárika, orgullo mundial.
La alegría resonaba en el Salón Tesorería de Palacio Nacional este lunes. No era para menos, la noticia que la UNESCO había inscrito la Ruta Wixárika en la lista del Patrimonio Mundial, rebotaba en cada rincón del país, llevando consigo un mensaje de reconocimiento y respeto a la cultura viva de los pueblos originarios de México. No se trataba de una simple inscripción, sino de la validación a nivel internacional de la profunda espiritualidad y la tradición ancestral del pueblo Wixárika, un pueblo que ha mantenido viva la llama de su cosmovisión a lo largo de generaciones. La Ruta Wixárika, un camino sagrado que conduce a Wirikuta, Tatehuarí Huajuyé, es mucho más que un simple sendero. Es la representación física de un viaje espiritual, una peregrinación que conecta al pueblo Wixárika con sus deidades y con la esencia misma de su ser. Este reconocimiento no solo protege los sitios sagrados, sino que también salvaguarda la memoria colectiva y la identidad cultural de un pueblo que ha luchado incansablemente por preservar sus tradiciones.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, con palpable emoción, destacó la importancia de este acontecimiento, no solo para México, sino para el mundo entero. Enfatizó que se trata de uno de los pocos casos, si no es que el único, en que la UNESCO reconoce un lugar sagrado de un pueblo originario vivo, un lugar que palpita con la energía de las ceremonias y rituales que se siguen practicando hoy en día. Este reconocimiento, señaló la presidenta, es un testimonio de la riqueza cultural de México y de la importancia de proteger y valorar la diversidad de sus pueblos.
Claudia Olivia Morales Reza, presidenta del CONAPRED, se unió al júbilo, no solo como funcionaria, sino como integrante del pueblo Wixárika. Con voz firme, destacó el esfuerzo del gobierno de México, particularmente desde el inicio de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, por impulsar los planes de justicia para los pueblos originarios. Mencionó el decreto que reconoce los Lugares Sagrados y el reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho público, logros que han sentado las bases para este histórico reconocimiento por parte de la UNESCO. Morales Reza recalcó que este triunfo es el resultado de décadas de lucha y de la voluntad política de un gobierno comprometido con la justicia social y el respeto a la diversidad cultural.
Diego Prieto Hernández, director general del INAH, aportó datos que dimensionan la importancia de este logro. Con orgullo, informó que México cuenta ahora con 36 bienes inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, lo que lo coloca como el país del continente americano con el mayor número de sitios reconocidos y en el séptimo lugar a nivel mundial. Pero, más allá de las cifras, Prieto Hernández subrayó que la inscripción de la Ruta Wixárika tiene un significado especial, ya que se trata de la primera vez que se reconoce una tradición cultural indígena viva en México, una tradición ancestral que se mantiene vigente y que se transmite de generación en generación.
La inscripción de la Ruta Wixárika en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO no es solo un reconocimiento, es un compromiso. Un compromiso de proteger y preservar este tesoro cultural para las futuras generaciones, un compromiso de asegurar que la voz del pueblo Wixárika siga resonando con fuerza, compartiendo su sabiduría ancestral con el mundo. Es un llamado a la reflexión sobre la importancia de respetar y valorar la diversidad cultural, un llamado a construir un futuro donde todas las culturas tengan un lugar digno y sean reconocidas por su invaluable aporte a la humanidad. Es un paso adelante en el camino hacia un mundo más justo, más inclusivo y más respetuoso con la riqueza cultural de nuestros pueblos originarios.
Fuente: El Heraldo de México