La tensión entre el gobierno mexicano y la defensa de Ovidio Guzmán López ha alcanzado un nuevo punto álgido. Esta mañana, desde Palacio Nacional, la presidenta anunció que emprenderá acciones legales por difamación contra Jeffrey Lichtman, abogado del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. La decisión, comunicada en una conferencia de prensa que acaparó la atención mediática, surge tras las incendiarias declaraciones de Lichtman, quien acusó a la mandataria de actuar como "el brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante".

Las palabras del abogado, que resonaron con fuerza en medios nacionales e internacionales, han sido calificadas por la presidenta como una afrenta no solo a su persona, sino a la investidura presidencial y al pueblo de México. En su alocución, visiblemente indignada, la jefa del Ejecutivo rechazó categóricamente las acusaciones, catalogándolas de infundadas, irresponsables y sumamente difamatorias. Aseguró que no permitirá que se manche su reputación ni la del país con semejantes calumnias, provenientes de un individuo que defiende los intereses de un presunto criminal.

La presidenta enfatizó que su gobierno se ha caracterizado por la lucha frontal contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, con resultados tangibles que están a la vista de todos. Recordó las estrategias implementadas para combatir la impunidad, fortalecer las instituciones de seguridad y desarticular poderosas organizaciones criminales. En este contexto, las acusaciones de Lichtman, según sus palabras, representan un intento desesperado por desestabilizar al país y desviar la atención de los graves delitos que se le imputan a su cliente.

La denuncia por difamación, que será presentada en México, representa una firme respuesta del gobierno ante lo que considera una agresión injustificada. La presidenta aseguró que presentará todas las pruebas necesarias para demostrar la falsedad de las acusaciones y exigirá que se aplique todo el peso de la ley. Además, hizo un llamado a la responsabilidad y a la ética profesional, instando a los abogados a no utilizar las declaraciones públicas como un arma para difamar y manipular a la opinión pública.

La conferencia de prensa concluyó con la advertencia de que el gobierno mexicano no tolerará ningún tipo de ataque a su soberanía ni a la integridad de sus instituciones. La presidenta reiteró su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, y aseguró que continuará trabajando incansablemente para garantizar la paz y la seguridad de todos los mexicanos. Mientras tanto, las declaraciones de Jeffrey Lichtman han generado una fuerte polémica que seguramente continuará en los próximos días. Se espera con expectación la respuesta del abogado y el desarrollo del proceso legal que se avecina. La información sigue en desarrollo…