
14 de julio de 2025 a las 20:55
Secta satánica a juicio por asesinato de policías
La sombra de lo inexplicable se cierne sobre Pachuca. Un escalofrío recorre las calles de la colonia La Loma tras el macabro hallazgo que ha conmocionado a la sociedad hidalguense. Cuatro individuos, presuntos miembros de una secta satánica, se enfrentan a la justicia por el brutal asesinato de dos policías investigadores de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH). La jueza Karina Vértiz Marín ha dictado auto de vinculación a proceso contra Víctor “N”, Rafael “N”, Alan “N” y Miriam “N”, quienes permanecerán recluidos en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca durante los próximos tres meses mientras se completa la investigación. Una historia que parece extraída de las páginas más oscuras de la literatura gótica, pero que lamentablemente se ha escrito con la sangre de dos servidores públicos.
Los hechos, ocurridos el pasado 5 de julio, han dejado una profunda herida en la comunidad. Los dos agentes acudieron a una capilla ubicada en la colonia La Loma para entregar una simple carta de restricción por un caso de violencia familiar. Jamás imaginaron que ese acto rutinario se convertiría en una trampa mortal. Al interior de la capilla, fueron recibidos no por una familia en conflicto, sino por los miembros de esta supuesta secta, quienes los retuvieron y sometieron a una brutal golpiza. A pesar de los esfuerzos de sus compañeros por liberarlos, el destino ya había sellado su trágico final. Uno de los policías perdió la vida en el lugar de los hechos, mientras que el otro falleció un día después en el hospital, dejando tras de sí un vacío irreparable en sus familias y en la institución a la que servían con valentía.
La PGJEH no ha escatimado esfuerzos en la búsqueda de justicia. Los cuatro imputados enfrentan cargos por secuestro agravado, narcomenudeo y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército Mexicano, delitos que podrían acarrearles la pena máxima. La investigación se centra en desentrañar los motivos que llevaron a estos individuos a cometer tan atroz crimen. ¿Fanatismo religioso? ¿Un ritual macabro? ¿O simplemente una espiral de violencia descontrolada? Las interrogantes se multiplican mientras las autoridades buscan las piezas que completen el rompecabezas de este horrendo suceso.
La tragedia ha puesto en evidencia fallas en los protocolos de seguridad de la propia PGJEH. Patricia Moya, entonces titular de la comandancia del Centro de Justicia para Mujeres, fue destituida de su cargo tras las acusaciones de los familiares de las víctimas, quienes aseguran que los agentes fueron obligados a realizar la diligencia sin la protección adecuada y que su desaparición no fue reportada de manera inmediata. Este hecho ha generado una ola de indignación y exige una profunda revisión de los procedimientos internos para garantizar la seguridad de los agentes en el cumplimiento de su deber.
La capilla, escenario de esta pesadilla, ha sido clausurada de forma definitiva por las autoridades municipales. Operaba en la clandestinidad, un factor que sin duda contribuyó a la impunidad que creían gozar sus integrantes. Francisco Hernández Hasbun, encargado de despacho de la PGJEH, ha asegurado que el caso no quedará impune y que se llegará hasta las últimas consecuencias para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. Sin embargo, la promesa de justicia no es suficiente para aliviar el dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos en circunstancias tan terribles. La sociedad hidalguense exige respuestas y, sobre todo, acciones que impidan que una tragedia de esta magnitud vuelva a repetirse. El caso de la secta satánica de La Loma es un llamado de atención para fortalecer las instituciones, revisar los protocolos de seguridad y, sobre todo, para no bajar la guardia ante las sombras que acechan en los rincones más oscuros de nuestra sociedad.
Fuente: El Heraldo de México