
14 de julio de 2025 a las 21:45
Noroña cuestiona comisión de Morena
La reciente controversia en torno a las afiliaciones a Morena ha desatado un intenso debate, avivado por las declaraciones del presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña. Su crítica a la creación de una comisión especial para revisar las afiliaciones, calificándola de "excesiva", ha puesto el foco en un tema crucial para el partido: ¿cómo garantizar la coherencia ideológica y la integridad de sus miembros sin caer en prácticas excluyentes?
Noroña propone una alternativa: la clarificación estatutaria. En lugar de una comisión que decida quién entra y quién no, sugiere establecer claramente qué conductas son inaceptables para un miembro de Morena. Corrupción, participación en actos de represión… la lista, aunque breve, apunta a las faltas más graves que, según el senador, deberían ser motivo suficiente para negar la entrada al partido. Esta propuesta, sin duda, abre un espacio para la reflexión: ¿son suficientes las reglas escritas para asegurar la pureza ideológica o se necesita un mecanismo más activo de control?
El tema de los "chapulines", aquellos políticos que saltan de un partido a otro buscando acomodo y poder, es una de las principales preocupaciones de la militancia. Noroña reconoce este reclamo y lo considera legítimo. La ciudadanía, cansada de la política tradicional, busca en Morena una alternativa real, un espacio donde la coherencia y la ética sean valores innegociables. La llegada de figuras provenientes de otros partidos, especialmente aquellos con un pasado cuestionable, genera desconfianza y alimenta la percepción de que Morena se está convirtiendo en aquello que juró combatir.
El caso del senador Miguel Ángel Yunes Márquez ilustra la complejidad del asunto. Expulsado del PAN por votar a favor de la reforma judicial impulsada por la 4T, Yunes Márquez se afilió a Morena por invitación, según revela Noroña. Este hecho plantea interrogantes: ¿debe primar la lealtad a un partido o la coincidencia en temas específicos? ¿Es legítimo aceptar a quienes, si bien han demostrado afinidad con ciertas propuestas, cargan con un historial político controvertido? Noroña defiende la incorporación de Yunes Márquez argumentando la importancia estratégica de su voto para la aprobación de la reforma judicial. Sin embargo, esta justificación pragmática no parece convencer a todos y reaviva el debate sobre los límites de la colaboración política.
Más allá de casos particulares, la discusión de fondo gira en torno a la identidad de Morena. ¿Es un partido de masas abierto a todos o un grupo selecto de militantes comprometidos con una ideología específica? ¿Cómo equilibrar la necesidad de crecimiento con la preservación de los principios fundacionales? La propuesta de Noroña de clarificar los estatutos es un primer paso, pero la construcción de un partido sólido y coherente requiere un debate profundo y honesto sobre sus valores, sus objetivos y, sobre todo, su futuro. El camino a seguir está lleno de desafíos, y la forma en que Morena resuelva esta encrucijada definirá su rumbo en los próximos años. ¿Logrará mantener la llama de la esperanza que encendió en millones de mexicanos o se diluirá en las prácticas que tanto criticaba de la política tradicional? El tiempo, y las decisiones que se tomen en el presente, tendrán la respuesta.
Fuente: El Heraldo de México