¡Josefina Vilchis, un siglo de flores y San Ángel! Cien años no se cumplen todos los días, y menos en un lugar tan emblemático como la Feria de las Flores de San Ángel. Doña Josefina, vecina de este querido barrio desde que era una niña, celebró su centenario rodeada del aroma a dalias, la música festiva y el cariño de su familia. Imaginen la cantidad de historias que atesoran sus ojos, testigo de la transformación de San Ángel, desde sus calles empedradas hasta la modernidad que la rodea hoy.

Durante décadas, Josefina fue el corazón del mercado de San Ángel, ofreciendo aguacates, nopales y delicias culinarias que alimentaban tanto el cuerpo como el alma del barrio. Su presencia, tan constante como las flores en primavera, la convirtió en un ícono local, un rostro familiar que todos reconocen y aprecian. ¿Quién no recuerda haber comprado sus productos, intercambiando sonrisas y alguna que otra anécdota?

Este año, la Feria de las Flores se vistió de gala para celebrar a Josefina. La alcaldía de Álvaro Obregón, reconociendo su invaluable aporte a la comunidad, le obsequió una dalia, la flor nacional, símbolo de la demarcación y una metáfora perfecta para la vida de Josefina: bella, resistente y llena de historia. Este gesto, más allá de lo simbólico, representa el profundo respeto y admiración que San Ángel siente por sus habitantes más longevos, aquellos que han tejido la identidad del barrio con sus propias manos.

La celebración del centenario de Josefina se entrelazó con la vibrante energía de la Feria. El sábado por la noche, Los Askis pusieron a bailar a todos los presentes en el Parque de la Bombilla. Cientos de personas, de todas las edades y procedencias, se unieron en una fiesta multicolor al ritmo de la cumbia andina. Familias enteras, jóvenes entusiasmados, vecinos de siempre y visitantes curiosos, todos compartieron la alegría de un espectáculo que reafirmó la identidad y el espíritu de la Feria.

Desde los clásicos "Vienes y te vas" y "Amor, regresa ya" hasta sus temas más recientes, Los Askis desplegaron su contagiosa energía, creando un ambiente mágico donde las generaciones se encontraron a través de la música. La cumbia, con su ritmo envolvente, borró las diferencias y unió a todos en un abrazo colectivo, demostrando el poder de la música para construir comunidad.

La alcaldía Álvaro Obregón, al promover este tipo de eventos, no sólo ofrece entretenimiento, sino que fortalece el tejido social. La cultura popular, en todas sus expresiones, se convierte en un vehículo para la convivencia, el intercambio y la creación de lazos que enriquecen la vida de la comunidad. La Feria de las Flores, con su historia, sus tradiciones y su ambiente festivo, es un ejemplo perfecto de cómo la cultura puede unirnos y recordarnos la importancia de celebrar la vida, tal como lo hizo Josefina en su cumpleaños número cien. Un siglo de vida, un siglo de San Ángel, un siglo de flores.