
14 de julio de 2025 a las 16:10
Insectos revelan el misterio de Juliana en el volcán
La tragedia de Juliana Marins en el Monte Rinjani continúa revelando sus desgarradores detalles. La reciente autopsia realizada en Río de Janeiro, a solicitud de su familia, arroja luz sobre las últimas horas de la joven publicista brasileña, aunque la descomposición del cuerpo dificultó la precisión en algunos aspectos. A pesar de esto, los expertos forenses lograron reconstruir un panorama estremecedor de los eventos que condujeron a su fallecimiento.
Más allá de la confirmación de la causa de muerte, hemorragia interna provocada por las múltiples lesiones sufridas en la caída, la autopsia ha permitido ahondar en la magnitud del trauma. Las fracturas en costillas, fémur y pelvis, producto de un brutal impacto lateral, desencadenaron una hemorragia masiva que afectó sus órganos internos. Imaginen el dolor y la angustia que debió experimentar Juliana en esos momentos, sola y herida en la cima de un volcán.
Un elemento clave en la investigación fueron las larvas de insectos encontradas en el cuero cabelludo y el pecho de la víctima. Estos pequeños testigos silenciosos se convirtieron en una herramienta crucial para los forenses. Gracias al estudio de su desarrollo, los expertos pudieron determinar, de manera retroactiva, el momento aproximado de su fallecimiento.
La biología, en este caso la entomología forense, se unió a la medicina para desentrañar el misterio. Las larvas, como un reloj biológico, indicaron que Juliana falleció 32 horas después de su primera caída, aproximadamente al mediodía del domingo 22 de junio. Un periodo angustiante en el que, presumiblemente, estuvo sin acceso a agua ni comida, luchando por sobrevivir en un entorno hostil.
La imagen que emerge es desoladora. Una joven con sueños y aspiraciones, enfrentando sus últimos momentos en la inmensidad de un paisaje imponente. La autopsia también reveló una contusión en el tórax, un pulmón perforado por una costilla desplazada y una hemorragia en la base del cráneo. Un conjunto de lesiones devastadoras que terminaron con su vida apenas 15 minutos después de su última caída.
Este nuevo informe no solo brinda respuestas a la familia de Juliana, sino que también sirve como un recordatorio de los riesgos inherentes a la aventura. Escalar un volcán es una experiencia emocionante, pero la seguridad debe ser siempre la prioridad. La historia de Juliana Marins nos conmueve y nos invita a reflexionar sobre la importancia de la preparación, la precaución y el respeto por la naturaleza.
La investigación continúa, buscando esclarecer cada detalle de esta tragedia. Mientras tanto, la memoria de Juliana permanece viva en el corazón de sus seres queridos, quienes buscan consuelo en la verdad y justicia para la joven que perdió la vida persiguiendo su pasión por la aventura.
Fuente: El Heraldo de México