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14 de julio de 2025 a las 18:30

Deshielo instantáneo: el enigma de la lluvia superfría

La lluvia superfría, un fenómeno meteorológico tan fascinante como peligroso, se presenta como una amenaza invisible durante los meses de invierno. Imaginen una llovizna aparentemente inofensiva que, al tocar el suelo, se transforma instantáneamente en una capa de hielo cristalina. Esta metamorfosis, casi mágica, esconde un riesgo considerable, convirtiendo carreteras en pistas de patinaje, derribando ramas de árboles y dejando a su paso un rastro de accidentes y cortes de energía. A diferencia de la nieve o el granizo, que anuncian su llegada con su inconfundible blancura, la lluvia superfría se camufla con la apariencia de una simple lluvia, lo que la convierte en una trampa aún más peligrosa.

Para entender este fenómeno, debemos adentrarnos en las capas de la atmósfera. En las alturas, la temperatura puede ser lo suficientemente cálida como para derretir los copos de nieve en gotas de agua. Sin embargo, al descender y atravesar una capa de aire gélido cerca del suelo, estas gotas se enfrían por debajo del punto de congelación sin llegar a solidificarse. Se mantienen en un estado metaestable, listas para congelarse al instante en cuanto encuentran una superficie sólida. Este contacto, ya sea con el asfalto, un cable de alta tensión o la rama de un árbol, desencadena una rápida cristalización, formando una película de hielo transparente y extremadamente resbaladiza.

La invisibilidad de la lluvia superfría es su arma más peligrosa. A diferencia de la nieve, que nos alerta con su manto blanco, este fenómeno se presenta de forma casi imperceptible, convirtiendo las carreteras en auténticas pistas de hielo en cuestión de minutos. Los conductores, desprevenidos ante la aparente normalidad de la lluvia, pueden perder el control de sus vehículos con facilidad, provocando accidentes en cadena y situaciones de alto riesgo.

El impacto de la lluvia superfría no se limita a las carreteras. La acumulación de hielo sobre las líneas eléctricas puede provocar su colapso, dejando a miles de hogares sin suministro eléctrico. Los árboles, cubiertos por un pesado manto de hielo, ven sus ramas quebradas bajo el peso, representando un peligro para peatones y viviendas. Incluso las aeronaves son vulnerables a este fenómeno, ya que la formación de hielo en las alas puede afectar su aerodinámica y comprometer la seguridad del vuelo.

Ante la amenaza de lluvia superfría, la prevención es clave. Estar atentos a las alertas meteorológicas es fundamental para anticipar el riesgo y tomar las precauciones necesarias. Si se prevé la ocurrencia de este fenómeno, se recomienda evitar los desplazamientos innecesarios, especialmente en coche. En caso de tener que conducir, es crucial reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad y extremar la precaución en curvas y puentes, que suelen ser los primeros en congelarse. Equipar el vehículo con neumáticos de invierno y revisar el estado de los frenos y las luces también son medidas esenciales para afrontar las condiciones adversas. Asimismo, es importante informar a las autoridades locales sobre cualquier incidente relacionado con la lluvia superfría, como la caída de árboles o cables eléctricos, para facilitar la respuesta de los servicios de emergencia. Mantenerse informado y preparado es la mejor defensa contra los peligros de este fenómeno meteorológico invernal.

Fuente: El Heraldo de México