
14 de julio de 2025 a las 12:25
Créditos al alza: ¿Qué significa para ti?
El acceso al crédito es la savia vital de cualquier economía, el motor que impulsa el crecimiento de las empresas y, por ende, el desarrollo económico de un país. En México, las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) representan un pilar fundamental, generando empleos y dinamizando el mercado interno. Sin embargo, a menudo enfrentan dificultades para acceder a financiamiento, un obstáculo que limita su potencial y frena su expansión. En este contexto, las garantías crediticias otorgadas por la banca de desarrollo emergen como una herramienta crucial para democratizar el acceso al crédito y fomentar el emprendimiento.
Según datos del Banco de México, un 30% de la cartera de crédito de la banca de desarrollo, equivalente a 611,905 millones de pesos, se ha colocado gracias a estos programas de garantías. Este financiamiento inducido, como se le conoce técnicamente, permite a las MIPYMES, que muchas veces carecen del historial crediticio o las garantías requeridas por la banca comercial, acceder a préstamos que de otra manera les serían negados. Se trata de una bocanada de aire fresco para estos negocios, una oportunidad para invertir, crecer y generar más empleos.
Nacional Financiera (Nafin), el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y el Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (Fira) lideran la entrega de estas garantías, demostrando el compromiso del gobierno con el fortalecimiento del sector productivo. Nafin, con 114,906 millones de pesos en garantías, se posiciona como el principal impulsor de este mecanismo, seguido por Sociedad Hipotecaria Federal y Fira. Estas cifras no solo reflejan la magnitud del apoyo, sino también la confianza depositada en el potencial de las MIPYMES.
La colaboración entre la banca de desarrollo y las Instituciones Financieras No Bancarias (IFNB) es otro elemento clave en este esquema. Sociedades financieras de objeto múltiple, sociedades financieras populares y sociedades cooperativas de ahorro y préstamo, actúan como un puente entre las garantías de la banca de desarrollo y las necesidades de financiamiento de las MIPYMES, llegando a rincones del mercado que la banca tradicional no suele alcanzar. Esta alianza estratégica permite una mayor capilaridad en la distribución del crédito, beneficiando a empresas en todo el territorio nacional.
Es importante destacar que la banca comercial también se está sumando a este esfuerzo. Nafin y Bancomext trabajan de la mano con instituciones bancarias para diseñar mecanismos que faciliten el acceso al crédito para las MIPYMES. Esta sinergia entre la banca pública y privada es fundamental para maximizar el impacto de las garantías crediticias y construir un ecosistema financiero más inclusivo y dinámico.
Sin embargo, el camino por recorrer aún es largo. Si bien las garantías representan un avance significativo, es necesario continuar fortaleciendo este instrumento financiero. Se requiere una mayor difusión de los programas de garantías, simplificar los trámites y flexibilizar los requisitos para que más MIPYMES puedan acceder a ellos. Asimismo, es crucial impulsar la innovación financiera y desarrollar nuevos productos que se adapten a las necesidades específicas de cada sector.
En definitiva, las garantías crediticias de la banca de desarrollo son una herramienta poderosa para impulsar el crecimiento de las MIPYMES y fortalecer la economía mexicana. Su consolidación y expansión dependerán de la colaboración entre el sector público, el sector privado y las propias MIPYMES, trabajando juntos para construir un futuro más próspero para todos.
Fuente: El Heraldo de México