
14 de julio de 2025 a las 06:30
Carretera México-Pachuca en llamas: ¿qué sucede?
La tensión se palpa en el aire en Tlalnepantla y Ecatepec. Tras el angustioso volcamiento de una pipa cargada de combustible en el kilómetro 12 de la Autopista México-Pachuca, las autoridades se preparan para una maniobra de alto riesgo: la quema controlada de aproximadamente 10,000 litros de combustible derramados sobre el asfalto. Imaginen la escena: el olor penetrante a gasolina invadiendo el ambiente, el brillo inquietante del líquido inflamable bajo las luces de emergencia, el murmullo preocupado de los equipos de rescate.
La decisión, tomada tras más de siete horas de arduas labores para retirar el vehículo accidentado, no ha sido fácil. El reloj avanza hacia las 21:30 horas, la hora señalada para la quema controlada. El objetivo es claro: liberar la vía lo antes posible y devolver la normalidad a la zona. Pero la magnitud del derrame y la proximidad de zonas habitadas han obligado a tomar medidas extremas. La evacuación preventiva de cerca de 50 casas en la colonia Constitución de 1917 ilustra la gravedad de la situación. Familias enteras han tenido que abandonar sus hogares, con la incertidumbre de lo que les espera al regresar. ¿Cómo se sentirán al saber que a pocos metros de sus casas se llevará a cabo una quema controlada de semejante magnitud?
El accidente, ocurrido alrededor de las 14:00 horas, ha generado un caos vial monumental. La imagen del remolque volcado, vertiendo su peligrosa carga sobre la autopista, es un recordatorio brutal de la fragilidad de la cotidianidad. La México-Pachuca, una arteria vital para la comunicación entre la capital del país y el estado de Hidalgo, se convirtió en un escenario de emergencia. Miles de personas vieron sus planes alterados, atrapadas en el embotellamiento o buscando rutas alternativas.
Aunque la circulación hacia Pachuca se ha restablecido, la sombra del accidente persiste. Las autoridades recomiendan evitar la zona. ¿Quién se atrevería a pasar por allí, conociendo el peligro latente? Mientras tanto, el sentido hacia la Ciudad de México permanece cerrado. Los equipos de emergencia continúan trabajando contra reloj, en una lucha titánica por retirar la pipa siniestrada y limpiar la zona. La Vía Morelos y la Avenida Centenario se presentan como las únicas alternativas para los conductores, obligados a desviarse y a enfrentar desvíos y tiempos de traslado mucho mayores.
La quema controlada, una medida necesaria pero arriesgada, se presenta como el último capítulo de este accidente. El espectáculo de las llamas consumiento el combustible será impactante, pero también un símbolo de la vuelta a la normalidad. Sin embargo, la incertidumbre persiste. ¿Qué consecuencias tendrá la quema en el medio ambiente? ¿Cómo se compensará a las familias evacuadas? ¿Qué medidas se tomarán para evitar que un accidente similar vuelva a ocurrir? Estas son las preguntas que flotan en el aire, a la espera de respuestas.
Fuente: El Heraldo de México