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14 de julio de 2025 a las 22:15

Bebé abandonado: Tragedia en Constituyentes

Un escalofrío recorrió la mañana de este lunes a los transeúntes de la Avenida Constituyentes, en la alcaldía Miguel Hidalgo. Junto a un montículo de basura, un pequeño féretro blanco, casi infantil, yacía abandonado, contrastando dramáticamente con la cotidianidad del bullicio citadino. La imagen, casi espectral, inmediatamente disparó las alarmas y la especulación entre los vecinos y comerciantes de la zona, quienes no tardaron en alertar a las autoridades.

La proximidad del Panteón de Dolores, uno de los cementerios más antiguos y emblemáticos de la Ciudad de México, añade una capa aún más inquietante al misterio. Se rumora que el pequeño ataúd podría provenir de este lugar, planteando la posibilidad de un acto de profanación, un saqueo que viola la santidad del descanso eterno. Sin embargo, hasta el momento, todo son conjeturas, un velo de incertidumbre que cubre el origen y el contenido del féretro.

Cerrado con un simple alambre, el pequeño ataúd guarda en su interior un enigma que inquieta a la comunidad. ¿Contiene los restos de un infante? ¿Se trata de una macabra broma? ¿O esconde una historia aún más compleja y perturbadora? La espera por la llegada de las autoridades y el posterior peritaje se hace eterna, cada minuto amplificando la tensión y el morbo que rodea el hallazgo.

La Avenida Constituyentes, una importante arteria vial de la ciudad, se ha convertido en escenario de un misterio que ha paralizado a la comunidad. La imagen del féretro abandonado, junto a la basura acumulada, se ha viralizado en redes sociales, generando un debate que oscila entre la indignación, el miedo y la fascinación por lo desconocido. La pregunta que todos se hacen es: ¿qué oscuros secretos esconde ese pequeño ataúd blanco?

La zona, lamentablemente, no es ajena a la presencia de desechos. Es común encontrar basura y desperdicios diversos abandonados en la vía pública, un problema que refleja la compleja realidad urbana de la capital. Sin embargo, el hallazgo de este lunes trasciende la problemática habitual. La presencia del féretro introduce un elemento de perturbación, un recordatorio de la fragilidad de la vida y el respeto que merecen los difuntos.

Mientras las autoridades se aproximan al lugar del hallazgo, la especulación continúa. Cada mirada dirigida al pequeño ataúd blanco es una pregunta sin respuesta, una historia que espera ser contada. La Ciudad de México, con su inmenso laberinto de calles y historias, guarda en este pequeño féretro un nuevo misterio, un capítulo oscuro que se escribe en tiempo real, ante la mirada atónita de sus habitantes. La incertidumbre se mantiene, y con ella, la esperanza de que la verdad, por más dolorosa que sea, salga a la luz. Seguiremos informando.

Fuente: El Heraldo de México