
14 de julio de 2025 a las 18:40
40 Años del Caótico Live Aid de Zeppelin
El 13 de julio, Día Mundial del Rock, nos invita a recordar el legendario Live Aid de 1985, un hito musical que congregó a titanes del rock en un esfuerzo por aliviar la hambruna en Etiopía. Desde Londres y Filadelfia, iconos como U2, Queen, Mick Jagger, The Who, Paul McCartney, Black Sabbath, Dire Straits, David Bowie y Elton John, donaron su talento a una causa noble, creando un espectáculo inolvidable. Sin embargo, entre las brillantes actuaciones, una en particular ha quedado grabada en la memoria colectiva, no por su virtuosismo, sino por su infortunio: la reunión de Led Zeppelin con Phil Collins.
Lo que prometía ser un regreso triunfal para la banda británica, tras su separación en 1980, se convirtió en un desafortunado tropiezo. La ausencia de John Bonham, el baterista original de Led Zeppelin, fallecido en 1980, dejó un vacío difícil de llenar. La elección de Phil Collins para ocupar su lugar, si bien parecía lógica dada su fama y talento, resultó ser un error garrafal. Con apenas dos horas de ensayo, la banda se lanzó al escenario para interpretar clásicos como "Rock And Roll", "Stairway To Heaven" y "Whole Lotta Love". El resultado fue una cacofonía de desafinaciones, errores y problemas técnicos que dejaron atónitos a los espectadores. Lejos de la magia que caracterizaba a Led Zeppelin, la actuación se percibió como deslucida y desprolija, una sombra sobre el brillante evento.
Este traspié no solo empañó la imagen de la banda en ese momento, sino que también contribuyó a una nueva pausa en su trayectoria, un silencio que se prolongaría hasta su regreso en 2007. El propio Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelin, admitiría posteriormente que la inclusión de Collins fue una equivocación, señalando incluso las dificultades del baterista para interpretar el inicio de "Rock And Roll".
La perspectiva de Phil Collins sobre el incidente es igualmente reveladora. En entrevistas posteriores, el músico confesó que, de haber podido, habría abandonado el escenario. Sintió que su presencia era superflua, que no encajaba en la dinámica de la banda, y que su participación se limitó a ser una "pieza de repuesto". La experiencia, lejos de ser un honor, se convirtió en una incómoda situación para el reconocido baterista y cantante.
La historia de Led Zeppelin y Phil Collins en el Live Aid sirve como un recordatorio de que incluso las mejores intenciones, combinadas con grandes talentos, pueden resultar en un fracaso estrepitoso si no se cuenta con la preparación y la sinergia adecuadas. Un capítulo agridulce en la historia del rock, que nos enseña la importancia de la química musical y la meticulosa planificación, incluso en los eventos más improvisados y cargados de buena voluntad. El Live Aid, en su conjunto, fue un evento memorable y crucial, pero la actuación de Led Zeppelin, sin duda, se convirtió en una anécdota que persigue a la banda y a Phil Collins hasta el día de hoy. Un recordatorio de que, en el mundo de la música, la improvisación puede ser un arma de doble filo.
Fuente: El Heraldo de México