El revuelo mediático en torno a Susana Zabaleta parece no tener fin. Sus recientes declaraciones sobre el matrimonio han incendiado las redes sociales, avivando el debate sobre si aún guarda sentimientos por su ex esposo, el cineasta Daniel Gruener. La cantante, conocida por su franqueza y personalidad arrolladora, ha confesado estar profundamente enamorada de su actual pareja, el comediante Ricardo Pérez, pero al mismo tiempo ha descartado rotundamente la posibilidad de volver a casarse. Esta aparente contradicción ha generado una ola de especulaciones y críticas por parte de los internautas.

Muchos argumentan que la constante mención de Gruener en las entrevistas de Zabaleta, las comparaciones implícitas e incluso explícitas entre ambos, revelan una nostalgia y una incapacidad para soltar el pasado. "Si está tan enamorada de Ricardo, ¿por qué sigue hablando de Daniel?", se preguntan algunos usuarios en redes sociales. "Parece que Ricardo está condenado a vivir a la sombra del ex esposo", comentan otros. La insistencia de Zabaleta en rememorar su matrimonio con Gruener, describiéndolo como una etapa idílica de "jugar a la casita", ha sido interpretada por muchos como una señal de que aún no ha superado completamente la ruptura.

La negativa a casarse con Pérez, argumentando que ya vivió esa experiencia con Gruener y no desea repetirla, ha echado más leña al fuego. Si bien la cantante ha aclarado que su decisión no tiene nada que ver con su actual pareja, sino con una convicción personal, la justificación ha sido recibida con escepticismo por parte de un sector del público. "Si realmente estuviera entregada a su nueva relación, no tendría problema en volver a casarse", opinan algunos. "¿Acaso Ricardo no merece la misma oportunidad que tuvo Daniel?", se cuestionan otros. La situación se complica aún más por las públicas declaraciones de amor de Pérez hacia Zabaleta, quien parece estar viviendo un idilio unilateral. La imagen del comediante enamorado, mientras su pareja rememora su pasado matrimonio, ha generado una ola de simpatía hacia él y de críticas hacia la cantante.

Sin embargo, no todos los comentarios han sido negativos. Algunos fans de Zabaleta han salido en su defensa, argumentando que tiene derecho a hablar de su pasado y que no se le debe juzgar por ello. Recuerdan que la propia cantante ha declarado en varias ocasiones que su relación con Pérez se basa en la libertad y el disfrute del presente, sin ataduras ni presiones sociales. "Están viviendo su amor a su manera, sin necesidad de etiquetas ni convenciones", afirman sus seguidores. "No todo el mundo tiene que casarse para ser feliz", añaden. De hecho, la pareja ha manifestado públicamente su deseo de vivir el momento, sin preocuparse por el futuro. Quizás, la clave para entender la postura de Zabaleta resida precisamente en esta filosofía de vida, en la que el pasado se integra al presente sin condicionarlo, y en la que el amor se expresa en múltiples formas, más allá de las expectativas sociales. ¿Será que, en un mundo obsesionado con las bodas y los finales felices, Zabaleta se atreve a proponer un modelo alternativo de relación, basado en la autenticidad y la libertad individual? El tiempo, como siempre, tendrá la última palabra.