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13 de julio de 2025 a las 23:30

Erika Buenfil desenmascarada: Love bombing y traición

Erika Buenfil, la inigualable 'Reina de TikTok', ha abierto su corazón como nunca antes, revelando detalles íntimos de sus relaciones sentimentales. Entre sus confesiones, destaca una experiencia particularmente dolorosa con un hombre treinta años menor que ella, una historia que comenzó como un cuento de hadas y terminó convertida en una pesadilla de manipulación y desilusión.

En una entrevista reveladora en "El Minuto que Cambió Mi Destino" con Gustavo Adolfo Infante, Buenfil describió a su antiguo interés amoroso con palabras contundentes: "Un estúpido, engreído, narciso". La actriz compartió la frase lapidaria que marcó el final de la relación: "Yo siempre lo vi como un negocio". Esas palabras, frías y calculadoras, la hicieron reaccionar y darse cuenta de la verdadera naturaleza del vínculo. “Me di la media vuelta y dije, gracias”, confesó con la dignidad que la caracteriza.

Si bien Erika negó que formalmente fueran novios, admitió haber sentido una ilusión genuina. La chispa inicial surgió en medio de llamadas, coqueteos y lo que ahora reconoce como “love bombing”. “Uno de ruca no sabía de estas cosas”, admitió con sinceridad, reconociendo cómo la avalancha de atención y halagos la había deslumbrado. "Una descarga de amor, interés y coqueteo, pero de verdad con un interés que dices tú, wow, hace mucho que no pasaba, te levanta el autoestima; te envuelve, por supuesto. Caigo, literal, 30 años más joven que yo", detalló.

Este hombre, dueño de un estudio de grabación, se ofreció a producir una canción para Erika, una propuesta atractiva que coincidía con la celebración de sus 18 millones de seguidores en TikTok. Lo que parecía un gesto generoso pronto se transformó en una estrategia para controlar su carrera. "Al rato ya quería ser mi mánager, me andaba vendiendo en TikTok y al rato ya tenía ideas y ya cuando menos piensas dices, espérate", relató.

De pronto, Erika se vio envuelta en compromisos no deseados. La situación escaló hasta que su equipo de trabajo intervino para aclarar que la canción era un proyecto personal, no un negocio. Fue en medio de esta tensión, en una acalorada discusión, donde él pronunció la frase que puso fin a todo: "Yo siempre lo vi como un negocio". Erika, con la entereza que la define, se recompuso y decidió tomar las riendas de su proyecto musical. “Pedí ir al baño, me eché agua en la cara, desperté, buenas tardes y grabé mi canción, pero por otro lado y ahí quédate con tu primer versión y grabé 'Colágeno’”, narró.

A pesar del dolor y la decepción, esta experiencia se convirtió en un catalizador para su carrera musical, dándole el impulso para lanzar su tema "Colágeno". "Armo mi canción. Finalmente hago mi video, la volvimos a grabar y está en mi película, y fui muy feliz y se le agradece que la idea la resolví de otra manera”, concluyó con un toque de ironía y satisfacción.

Finalmente, Erika compartió la reacción de su hijo Nicolás al enterarse de la historia. Un indignado "¡Qué hijo de p***!" fue su respuesta, mostrando su apoyo incondicional a su madre. Erika, con la sabiduría que le otorgan los años, tranquilizó a su hijo, demostrando una vez más su fuerza y resiliencia. Esta experiencia, aunque dolorosa, se ha convertido en una anécdota más en la fascinante vida de Erika Buenfil, una mujer que ha sabido convertir las adversidades en oportunidades.

Fuente: El Heraldo de México