La indignación recorre el sur de Veracruz tras el terrible incidente ocurrido la noche del viernes en Minatitlán. Dos bebés gemelos, de apenas diez meses de edad, fueron sustraídos tras un accidente vial y posteriormente hallados dentro de una maleta, deshidratados y vulnerables. Este suceso, que ha conmocionado a la comunidad, nos obliga a reflexionar sobre la fragilidad de la infancia y la importancia de la actuación responsable de las autoridades.

El drama comenzó en el bulevar Instituto Tecnológico, entre las colonias Oaxaqueña y Buena Vista Norte. Guillermo “N”, padre de los menores, conducía un vehículo Toyota, aparentemente bajo los efectos del alcohol, cuando impactó contra un taxi. En un intento por evadir su responsabilidad, trató de huir de la escena, pero fue interceptado por la policía municipal. Hasta aquí, un accidente de tráfico, lamentable, pero desgraciadamente común. Lo que sucedió después es lo que transforma este incidente en un caso de profunda consternación.

Durante la detención de Guillermo “N”, los agentes descubrieron a los dos bebés dentro del vehículo. En ese momento, una mujer se presentó en el lugar, afirmando ser la madre de los gemelos y exigiendo su custodia. A pesar de no presentar ninguna documentación que acreditara su parentesco, los oficiales, en una decisión que ahora se cuestiona con vehemencia, entregaron a los pequeños a esta mujer, quien desapareció con ellos sin dejar rastro.

Horas más tarde, la angustia se apoderó de la familia paterna al percatarse de la ausencia de los bebés. La alerta a las autoridades desencadenó un operativo de búsqueda que se prolongó hasta la madrugada. Finalmente, los gemelos fueron localizados en una vivienda de la colonia Infonavit Paquital, dentro de una maleta, presentando síntomas de deshidratación. La imagen de estos pequeños, indefensos y abandonados en una maleta, es un puñal en la conciencia colectiva.

La mujer que se los llevó no fue encontrada en el domicilio y su paradero sigue siendo un misterio. Este hecho plantea interrogantes cruciales sobre los protocolos seguidos por los agentes de policía. ¿Cómo es posible que se entregaran dos bebés a una persona sin verificar su identidad? ¿Qué medidas se están tomando para garantizar que situaciones similares no se repitan? La necesidad de una investigación exhaustiva y transparente es ineludible.

La historia se complica aún más con la información proporcionada por fuentes cercanas a la familia, quienes indican que la madre biológica de los gemelos se encuentra hospitalizada desde hace más de diez días. Esto explicaría por qué los menores estaban al cuidado de su padre en el momento del accidente. Guillermo “N” permanece detenido, acusado de los daños al taxi y las lesiones a sus ocupantes. Sin embargo, la sustracción de los bebés añade una nueva dimensión al caso, y la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz ha abierto una carpeta de investigación, a la espera de la denuncia formal para proceder legalmente por la presunta privación ilegal de la libertad de los menores.

Este lamentable suceso nos recuerda la vulnerabilidad de los más pequeños y la importancia de protegerlos. La actuación de las autoridades, la responsabilidad de los padres y la solidaridad de la comunidad son piezas clave para construir un entorno seguro para la infancia. Esperamos que este caso se esclarezca por completo y que se haga justicia. Asimismo, instamos a las autoridades a revisar sus protocolos y a reforzar la capacitación de sus agentes para evitar que situaciones tan dolorosas como esta vuelvan a ocurrir. El bienestar de nuestros niños debe ser siempre la prioridad.