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12 de julio de 2025 a las 04:05

ICE vs. Doctores: Drama en hospital

La tensión se palpaba en el aire. El silencio de la clínica quirúrgica en Ontario, California, se rompió con la irrupción de agentes de Inmigración de los Estados Unidos. No eran las batas blancas de los cirujanos las que llenaban el espacio, sino los uniformes y chalecos antibalas de ICE. El objetivo: Denis Guillén-Solís, un hondureño que, según las autoridades, se encontraba en el país de forma irregular. Las imágenes del incidente, grabadas por testigos presenciales, han recorrido el mundo como la pólvora, mostrando un enfrentamiento tenso y cargado de emotividad.

La escena es digna de una película de suspense. Guillén-Solís, quien se desempeñaba como paisajista, al percatarse de la presencia de los agentes, buscó refugio dentro de la clínica. La reacción del personal médico fue inmediata y contundente. Lejos de permanecer impasibles, se convirtieron en un escudo humano, cerrando las puertas e interponiéndose entre los agentes y el hombre hondureño. “¡Ni siquiera tienen una orden de aprehensión, por favor salgan de aquí!”, se escuchaba gritar a los médicos, sus voces llenas de indignación y preocupación. La situación se agravó cuando los agentes, según los testigos, forzaron la entrada.

El video que circula en redes sociales, bajo la etiqueta #ULTIMAHORA, muestra el forcejeo dentro de la clínica. “¡Suéltalo!”, gritaban los médicos mientras intentaban impedir el arresto. La confusión y el caos reinaban en el lugar. La solidaridad del personal médico con Guillén-Solís es palpable en cada fotograma. Se percibe la angustia en sus rostros, la determinación en sus acciones. ¿Estaban presenciando un abuso de poder? ¿Era justificada la actuación de los agentes de ICE? Las preguntas se multiplicaban en las redes sociales, generando un debate acalorado y polarizado.

El Departamento de Seguridad Nacional, a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), ofreció su versión de los hechos. Según la agencia, los oficiales de ICE “llevaron a cabo una operación de cumplimiento de la ley dirigida a arrestar a dos inmigrantes ilegales”. Aseguran que los agentes, “claramente identificados”, se acercaron a los inmigrantes cuando salían de un vehículo. La versión oficial contrasta con la de los testigos, quienes afirman que Guillén-Solís fue perseguido hasta la clínica.

Javier Hernández, director ejecutivo de la Coalición Interior para la Justicia de los Inmigrantes, ha denunciado el incidente como un acto de intimidación y un abuso de autoridad. La actuación de los agentes de ICE, según Hernández, pone en peligro la confianza de la comunidad inmigrante en las instituciones. El caso ha reabierto el debate sobre las políticas migratorias en Estados Unidos, especialmente las implementadas durante la administración Trump, a la que algunos usuarios de redes sociales han atribuido este tipo de operativos.

El incidente en la clínica de Ontario no es un caso aislado. La creciente preocupación por el aumento de las redadas y deportaciones ha generado un clima de miedo e incertidumbre en la comunidad inmigrante. Organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su alarma ante la posibilidad de que este tipo de acciones se conviertan en la norma. El futuro de Denis Guillén-Solís y el impacto de este incidente en las políticas migratorias están aún por verse. Lo que sí es cierto es que las imágenes del forcejeo en la clínica quirúrgica quedarán grabadas en la memoria colectiva como un símbolo de la lucha por los derechos de los inmigrantes. La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta dónde llegará esta lucha?

Fuente: El Heraldo de México