
13 de julio de 2025 a las 00:35
Horror en Cuautitlán: Sobrinos a prisión
La incertidumbre y la angustia que envolvió a la familia de Elsa Livier desde su desaparición el 4 de junio de 2025, en la colonia Romita de Cuautitlán, ha dado un giro desgarrador. Lo que comenzó como una búsqueda desesperada, impulsada por un boletín de alerta y la esperanza de encontrarla sana y salva, ha culminado en un escenario de tragedia y traición familiar.
Las investigaciones, apoyadas en el análisis minucioso de grabaciones de cámaras de videovigilancia, han revelado un panorama escalofriante. Las imágenes, mudos testigos de lo ocurrido, señalan la presunta participación de Dayra Abril “N”, sobrina de la víctima, y su pareja, Moisés “N”, en la desaparición de Elsa Livier. No solo eso, la evidencia sugiere un acto aún más atroz: el asesinato de la mujer de 53 años.
La frialdad con la que, según las autoridades, la pareja habría actuado tras el crimen, estremece. Trasladaron el cuerpo sin vida de Elsa Livier desde su propio hogar hasta las inmediaciones de un canal de aguas negras, un intento desesperado por ocultar su macabro acto. La imagen del lugar del hallazgo, un sombrío recordatorio de la violencia que se esconde tras las puertas de algunos hogares, contrasta con la tranquilidad que se supone debería reinar en una comunidad.
El sábado 12 de julio, en una audiencia de formulación de imputación, la justicia comenzó a tejer su red. La Autoridad Judicial, tras evaluar las pruebas presentadas por el Representante Social, dictó prisión preventiva oficiosa para Dayra Abril “N” y Moisés “N”. La gravedad de las acusaciones y la contundencia de la evidencia han llevado a que ambos enfrenten este proceso tras las rejas. Él, recluido en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Cuautitlán; ella, en el Penal de Tlalnepantla.
La próxima cita con la justicia está marcada en el calendario: el 14 de julio se llevará a cabo la audiencia que definirá su situación jurídica. Mientras tanto, la comunidad de Cuautitlán se encuentra conmocionada. La tragedia de Elsa Livier ha dejado una profunda herida, un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la oscuridad que puede acechar incluso en los lazos familiares. La justicia, con su lento pero implacable proceso, buscará esclarecer los hechos y brindar, en la medida de lo posible, un poco de paz a una familia destrozada por la pérdida y la traición. Queda la interrogante: ¿qué motivó semejante acto de barbarie dentro del núcleo familiar? La respuesta, sepultada en la mente de los acusados, será clave para comprender este desgarrador suceso.
Fuente: El Heraldo de México