
12 de julio de 2025 a las 14:30
Deudas, enfermedad y un audio: el suicidio que conmociona
La desesperación que llevó a Shahzeb Shakeel a tomar una decisión tan drástica nos confronta con una realidad lacerante: el acceso a la salud y el peso aplastante de las deudas médicas. La historia de este padre, que se quitó la vida en Lucknow, India, tras acumular una deuda millonaria para costear el tratamiento de su hija diabética, es un grito silencioso que resuena con la angustia de miles de familias que enfrentan situaciones similares. No podemos simplemente leer la noticia y pasar página. Debemos reflexionar sobre el sistema que permite que una enfermedad, tratable en muchos casos, se convierta en una sentencia de muerte, no solo para el paciente, sino también para quienes luchan a su lado.
La diabetes, una enfermedad crónica que afecta a millones en todo el mundo, requiere un tratamiento continuo y costoso, incluyendo insulina y otros medicamentos esenciales. Para Shahzeb, la carga financiera se volvió insoportable, llevándolo a un callejón sin salida donde la única opción que vislumbró fue el suicidio. Su transmisión en vivo por Facebook, un testimonio desgarrador de su desesperación, nos interpela como sociedad. ¿Qué falla en un sistema que obliga a un padre a elegir entre la vida de su hija y la suya propia?
La presión de las deudas, agravada por la supuesta presión de un colega, fue la gota que derramó el vaso. La angustia de Shahzeb no era solo por la enfermedad de su hija, sino también por la imposibilidad de brindarle la atención médica que necesitaba. Su historia pone de manifiesto la fragilidad de la seguridad social y la necesidad de políticas públicas que garanticen el acceso a la salud para todos, sin importar su condición económica.
Más allá del caso individual, la tragedia de Shahzeb nos obliga a mirar el panorama general. La creciente prevalencia de la diabetes y la obesidad en la India, como refleja la Encuesta Nacional de Salud Familiar, es una bomba de tiempo. Millones de personas se enfrentan a un futuro incierto, atrapadas en un ciclo de enfermedad y deuda. La alta demanda de medicamentos para la obesidad, un mercado millonario según datos de EFE, refleja la magnitud del problema. ¿Estamos invirtiendo lo suficiente en prevención y en la búsqueda de soluciones a largo plazo?
El suicidio de Shahzeb no puede ser un número más en las estadísticas. Debe ser un llamado a la acción. Necesitamos un debate serio sobre el acceso a la salud, el costo de los tratamientos y la responsabilidad del Estado en la protección de sus ciudadanos más vulnerables. No podemos permitir que la desesperación siga cobrando vidas. Es hora de construir un sistema que priorice la salud y el bienestar de las personas por encima de los intereses económicos. La historia de Shahzeb Shakeel debe servir como un recordatorio constante de la urgencia de actuar. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras familias enteras se ven empujadas al abismo por la enfermedad y la deuda.
Fuente: El Heraldo de México