
12 de julio de 2025 a las 09:15
Amanecer con A
En un México desgarrado por la violencia, donde las balas no son las únicas armas, las redes sociales, los medios de comunicación y los discursos políticos se convierten en campos de batalla. La polarización y la misoginia se entrelazan en una danza macabra que nos aleja cada vez más de la paz social. Ante este panorama desolador, surge una propuesta sencilla pero poderosa: transformar el discurso, cambiar el enfoque. No se trata de silenciar las críticas, sino de construir un espacio donde la defensa de la dignidad humana, y en particular de las mujeres, sea la protagonista. Imaginemos una sección semanal, dentro de las conferencias matutinas, dedicada a la "Defensa con A". Con "A" de presidenta, con "A" de amor, con "A" de armonía, con "A" de apreciación, con "A" de aceptación, con "A" de apoyo. Un espacio que trascienda las diferencias partidistas y se centre en la construcción de un México más justo e igualitario.
Si bien se han realizado esfuerzos en materia de seguridad, la violencia contra las mujeres, en todas sus formas, sigue siendo una lacerante realidad. Esta sección no busca ser un simple desmentido de las "mentiras de la semana", sino un escudo protector contra la violencia simbólica y verbal que día a día lastima a miles de mujeres. Un gesto de reconciliación, un llamado a la empatía, un recordatorio de que la dignidad no tiene color político.
Celebramos la defensa que la presidenta ha brindado a columnistas ante ataques misóginos. Sin embargo, la verdadera equidad no se construye defendiendo solo a algunas, mientras se ignora el dolor de otras. La violencia no debe ser selectiva, no debe tener preferencias partidistas. Necesitamos una "Defensa con A" genuina, sin simulaciones, que denuncie todas las formas de violencia de género, sin importar quién sea la víctima o el victimario.
Los ejemplos abundan, desde la violencia verbal en el Senado hasta las agresiones contra las madres buscadoras. Desde el desprecio hacia las mujeres en la política hasta la presión ejercida sobre funcionarias públicas. ¿Dónde queda la indignación cuando los ataques provienen de nuestros propios círculos? ¿Por qué el silencio cómplice ante la saña dirigida a mujeres de diferentes partidos? El respeto, al igual que la justicia, debe ser imparcial, debe alcanzar a todas.
Visualicemos esta "Defensa con A" como un espacio informativo, actualizado, con datos sobre la violencia contra las mujeres en todo el país. No solo un reporte frío de cifras, sino un espacio humano, empático, que visibilice el dolor y promueva la acción. Un espacio donde la voz de las mujeres sea escuchada, donde se promuevan políticas públicas efectivas, donde se construyan redes de apoyo y se fomente la cultura de la denuncia.
Que esta sección no se convierta en un arma arrojadiza contra la oposición, ni en un pedestal para el oficialismo. Que sea un espacio de encuentro, de diálogo, de construcción colectiva. Un espacio donde todas las voces tengan cabida, donde se promueva la sororidad y se trabaje en conjunto para erradicar la violencia de género en todas sus manifestaciones.
Porque la verdadera transformación comienza con las palabras, con los gestos, con la construcción de un lenguaje inclusivo y respetuoso. No podemos seguir dividiendo, señalando, agrediendo. La tarea es reconstruir el tejido social, sanar las heridas, construir un México donde todas las mujeres, sin excepción, se sientan seguras y valoradas. Un México donde la "Defensa con A" sea una realidad, no una simple sección en la mañanera, sino una filosofía de vida. Un México donde la "A" también represente acción, avance, y alegría para todas las mujeres.
Fuente: El Heraldo de México