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12 de julio de 2025 a las 00:10
¡Zhi Dong Zhang, del Cártel de Sinaloa y CJNG, escapa!
La sombra de la impunidad se cierne nuevamente sobre el sistema judicial mexicano. Zhi Dong Zhang, el enigmático operador chino considerado un eslabón crucial en la cadena de suministro de precursores químicos para dos de los cárteles más poderosos del país, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se ha esfumado. Este viernes 11 de julio, la noticia de su fuga de la prisión domiciliaria donde se encontraba resguardado por la Guardia Nacional ha sacudido a la opinión pública y desatado una ola de interrogantes sobre la fragilidad de las medidas de seguridad y la posible complicidad de autoridades en su evasión.
Detenido hace apenas ocho meses en una lujosa residencia de Lomas de Santa Fe, en la alcaldía Cuajimalpa, Zhang aguardaba su posible extradición a Estados Unidos, donde enfrentaba cargos relacionados con el tráfico de precursores químicos. Su captura se había considerado un importante golpe contra el narcotráfico, al cortar una de las arterias que alimentan la producción de drogas sintéticas. Sin embargo, la aparente facilidad con la que burló la vigilancia de la Guardia Nacional ha sembrado la duda y la indignación.
¿Cómo es posible que un individuo de alto perfil, considerado una pieza clave en el engranaje del crimen organizado, haya logrado escapar de un arresto domiciliario custodiado por las fuerzas federales? La pregunta resuena con fuerza en un país harto de la impunidad y la corrupción. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades, pero la desconfianza ciudadana es palpable. Se especula sobre la posible existencia de una red de complicidades que facilitó la fuga, desde sobornos a funcionarios hasta filtración de información.
La fuga de Zhi Dong Zhang no solo representa un revés en la lucha contra el narcotráfico, sino que también expone las debilidades del sistema judicial mexicano. La prisión domiciliaria, concebida como una medida alternativa para ciertos casos, se ha convertido en una puerta abierta para la impunidad de aquellos que cuentan con los recursos y las conexiones necesarias para burlar la ley. Es imperativo que se revisen los protocolos de seguridad y se fortalezcan los mecanismos de control para evitar que casos como este se repitan.
El caso de Zhang también pone de manifiesto la creciente influencia del crimen organizado transnacional en México. La presencia de operadores chinos en la cadena de suministro de precursores químicos evidencia la globalización del narcotráfico y la necesidad de una cooperación internacional más efectiva para combatirlo. La fuga de Zhang dificultará la obtención de información crucial para desmantelar las redes de tráfico y llevar ante la justicia a los responsables.
Mientras tanto, la búsqueda de Zhi Dong Zhang continúa. Las autoridades han emitido una alerta internacional y se han intensificado los operativos en la frontera para evitar su salida del país. Sin embargo, la experiencia demuestra que la recaptura de fugitivos de alto perfil es una tarea compleja y que las posibilidades de éxito disminuyen con el paso del tiempo. La fuga de Zhang deja una profunda herida en la credibilidad de las instituciones y un amargo sabor de impunidad en la sociedad mexicana.
Fuente: El Heraldo de México