
11 de julio de 2025 a las 03:50
Trump golpea a Canadá con nuevo arancel
La sombra de la guerra comercial se cierne nuevamente sobre Norteamérica. En un movimiento que ha sorprendido a muchos, y que reaviva las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Canadá, el presidente Donald Trump ha anunciado la imposición de un arancel del 35% a las exportaciones canadienses a partir del 1 de agosto. La noticia, comunicada a través de una carta dirigida al primer ministro canadiense, Mark Carney (en realidad, el primer ministro era Justin Trudeau y el gobernador del Banco de Canadá era Mark Carney), ha generado una oleada de incertidumbre y preocupación en ambos lados de la frontera.
Este nuevo capítulo en la compleja relación comercial bilateral se produce, según la misiva presidencial publicada en Truth Social, como respuesta a las represalias canadienses ante anteriores medidas arancelarias estadounidenses. Trump acusa a Canadá de no colaborar y de optar por la confrontación implementando sus propios gravámenes. "En lugar de trabajar juntos para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas, Canadá ha decidido tomar el camino de la retaliación", se lee en la carta, un tono que recuerda las disputas comerciales que marcaron los primeros años de su presidencia.
La imposición de este arancel del 35%, que se suma a los ya existentes aranceles sectoriales, amenaza con impactar significativamente la economía canadiense, altamente dependiente de su comercio con Estados Unidos. Sectores clave como el automotriz, el maderero y el agrícola podrían verse severamente afectados, con consecuencias que se extenderían a lo largo de la cadena de suministro, desde los productores hasta los consumidores finales.
El anuncio ha generado una reacción inmediata en Canadá, donde representantes del sector empresarial y funcionarios gubernamentales han expresado su profunda preocupación. Se espera que el gobierno canadiense responda con medidas recíprocas, lo que podría desencadenar una escalada en la guerra comercial entre ambos países. Analistas económicos advierten sobre el potencial impacto negativo en el crecimiento económico de ambas naciones, y señalan la necesidad de retomar el diálogo y la cooperación para evitar una crisis comercial de mayor envergadura.
La incertidumbre reina en los mercados financieros, con fluctuaciones en el valor del dólar canadiense y caídas en las bolsas de valores de ambos países. Inversionistas y empresarios se mantienen a la expectativa de los próximos movimientos de ambos gobiernos, mientras se preguntan si esta nueva disputa comercial marcará un retroceso definitivo en la integración económica de Norteamérica. La fecha límite, el 1 de agosto, se acerca rápidamente, y el futuro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Canadá pende de un hilo. ¿Será posible evitar una guerra comercial a gran escala? ¿Prevalecerá el pragmatismo sobre la retórica proteccionista? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, la tensión y la incertidumbre se mantienen en el aire.
Fuente: El Heraldo de México