La tranquilidad de la colonia Romita, en Cuautitlán, Estado de México, se ha visto fracturada por un escalofriante suceso que ha conmocionado a la comunidad. Las imágenes captadas por una cámara de seguridad, frías e implacables, revelan la macabra escena: Dayra y Moisés, sobrina y esposo respectivamente, sacando una maleta de su domicilio en la madrugada del 4 de julio. Dentro de esa maleta, el cuerpo sin vida de Elsa Livier, tía de Dayra, una mujer de 53 años descrita por sus vecinos como trabajadora y apreciada.

El video, pieza clave en la investigación, desató una serie de eventos que culminaron con la detención de la pareja. Las autoridades, tras analizar las imágenes y confrontar a los sospechosos, lograron desentrañar una trama de traición familiar que ha dejado a la comunidad perpleja. La hipótesis que manejan las autoridades, según el abogado del caso, apunta a un robo de joyas como detonante del crimen. Elsa Livier habría descubierto a su sobrina Dayra sustrayendo sus pertenencias, algunas de las cuales ya habían desaparecido en días previos. Dayra, en un intento por obtener dinero rápido, habría acudido a una casa de empeño con las joyas robadas, un hecho que quedó registrado y que forma parte de la carpeta de investigación.

La frialdad con la que la pareja actuó, sacando el cuerpo de Elsa Livier en una maleta a plena luz de la madrugada, ha generado indignación y consternación entre los vecinos. La víctima, quien crió a su sobrina desde que era una bebé, fue traicionada de la manera más cruel e impensable. La imagen de la maleta siendo arrastrada por la pareja se ha convertido en un símbolo de la brutalidad del crimen y la fragilidad de los lazos familiares.

Este viernes 11 de julio, Dayra y Moisés enfrentan la audiencia de vinculación a proceso en la torre II de Juzgados Penales de Cuautitlán. La justicia deberá determinar su responsabilidad en el presunto feminicidio de Elsa Livier. Mientras tanto, la comunidad de la colonia Romita se encuentra sumida en el dolor y la incertidumbre, tratando de comprender cómo una historia familiar pudo terminar en una tragedia de tal magnitud. La Alerta Odisea, activada por la familia un día después de la desaparición de Elsa Livier, se convirtió en un testimonio mudo de la esperanza que se desvaneció ante la cruel realidad.

El caso de Elsa Livier nos recuerda la importancia de estar alerta ante posibles situaciones de violencia dentro del entorno familiar. Es fundamental fomentar la comunicación y la confianza, y buscar ayuda profesional si se detectan señales de conflicto o maltrato. Asimismo, la pronta denuncia ante las autoridades es crucial para prevenir tragedias como esta y garantizar que se haga justicia. La memoria de Elsa Livier, una mujer trabajadora y querida por su comunidad, debe servir como un recordatorio de la necesidad de proteger a las mujeres de la violencia y de construir una sociedad más justa y segura para todos. El impacto de este crimen resonará por mucho tiempo en la colonia Romita, dejando una profunda herida en el tejido social.