
11 de julio de 2025 a las 05:05
Mujer asesinada en Juchitán
La sombra de la violencia vuelve a cernirse sobre Juchitán, Oaxaca, dejando una estela de dolor e indignación. El hallazgo del cuerpo sin vida de Reyna Violeta S.C., dentro de un costal en la colonia 25 de Mayo, ha conmocionado a la comunidad. El macabro descubrimiento, realizado tras el aviso de vecinos a las autoridades, confirma los peores temores. La identificación de la víctima, gracias a sus tatuajes, ha sumido a la familia en un profundo luto, mientras la sociedad juchiteca exige justicia. La ausencia de impactos de bala, según informes preliminares, abre interrogantes sobre la causa del deceso, la cual será determinada mediante la necropsia. La Fiscalía General del Estado, consciente de la gravedad del asunto, ha iniciado una carpeta de investigación con perspectiva de género, un paso fundamental en la lucha contra la violencia que azota a las mujeres. Este feminicidio se suma a una creciente lista de casos en el Istmo, avivando la llama de la indignación en colectivos feministas y en una población harta de la impunidad.
El caso de Reyna Violeta no es un hecho aislado. Resuena con fuerza el eco del reciente feminicidio de M.A.A., una joven estudiante cuya desaparición, reportada por sus familiares el 5 de julio, culminó en tragedia. Días después, su cuerpo fue encontrado sin vida en la Agencia Municipal de Álvaro Obregón, también en Juchitán. La Fiscalía, tras una ardua labor de investigación, reveló que la joven fue atacada con un arma corto contundente el 4 de julio. Este detalle, estremecedor, nos recuerda la vulnerabilidad a la que se enfrentan las mujeres en nuestra sociedad. La rápida respuesta de la Fiscalía, activando los protocolos de búsqueda y llevando a cabo investigaciones especializadas con perspectiva de género, permitió la captura de J.M.G.Z. el 10 de julio en la colonia Cheguigo. Si bien la detención de este presunto responsable no devuelve la vida a M.A.A., representa un pequeño paso hacia la justicia y un mensaje de esperanza para una comunidad que clama por un alto a la violencia.
Estos dos casos, ocurridos con tan poca distancia temporal, pintan un panorama desolador de la situación que viven las mujeres en Juchitán. La violencia, que se manifiesta de formas tan brutales, nos obliga a reflexionar sobre las fallas sistémicas que permiten que estos crímenes ocurran. Es imperativo que las autoridades redoblen esfuerzos en la prevención y atención de la violencia de género, garantizando la seguridad de las mujeres y sancionando con todo el rigor de la ley a los responsables. Más allá de las investigaciones y las detenciones, es necesario un cambio profundo en la cultura, un cambio que promueva el respeto, la igualdad y la erradicación de la violencia en todas sus formas. La memoria de Reyna Violeta y M.A.A., así como la de tantas otras víctimas, debe ser un llamado a la acción, un impulso para construir una sociedad donde las mujeres puedan vivir libres de miedo y violencia. La indignación debe transformarse en acción, en un compromiso colectivo para construir un futuro más justo y seguro para todas. La justicia no solo debe ser un anhelo, debe ser una realidad.
Fuente: El Heraldo de México