
11 de julio de 2025 a las 03:10
Madre condenada por dejar que pitbull atacara a su hijo
Un escalofriante caso de violencia familiar ha conmocionado a la comunidad de Savannah, Ohio, y ha reavivado el debate sobre la protección de los menores. La sentencia dictada a Angelina Williams, de 28 años, por la muerte de su hijo de seis años, ha generado indignación y consternación. El juez David Stimpert, del Tribunal de Causas Comunes de Ashland, la condenó a una pena que, según sus palabras, podría ser ampliada si surgen nuevos antecedentes. La crudeza de los hechos relatados durante el juicio ha dejado a la opinión pública sin aliento.
Williams fue declarada culpable de atar a su hijo a un árbol y permitir que un perro pitbull lo atacara brutalmente. El motivo, según la investigación, fue el rechazo del niño a limpiar las heces del perro de la familia. Algunas versiones incluso apuntan a que la madre insistía en que lo hiciera con las manos desnudas. Las heridas infligidas por el animal fueron devastadoras, especialmente en el cuello y el pecho. "El perro intentó arrancarle la garganta. Las marcas de presión alrededor de su cara y los cortes en el cuello son indescriptibles", relató el juez Stimpert durante la sesión, pintando una imagen desgarradora del sufrimiento del menor.
El niño fue trasladado de urgencia al hospital de Savannah, pero la gravedad de las lesiones le arrebató la vida pocas horas después. La rápida detención de Williams tras el ingreso del niño al hospital dio inicio a un proceso judicial que ha culminado con una condena que, para muchos, no hace justicia a la atrocidad del crimen. La acusada enfrenta cargos por secuestro, posesión de drogas y poner en riesgo la vida de un menor.
La defensa de Williams ha argumentado que ni el perro ni las esposas utilizadas para atar al niño le pertenecían. "Siento que esta condena es demasiado. Siendo que el perro ni siquiera es mío, las esposas tampoco son mías. Ni siquiera sabía que las esposas fueran ilegales o que hubiera algo malo en ellas”, declaró la mujer ante el tribunal. Sus palabras han generado controversia y han sido interpretadas por algunos como un intento de evadir su responsabilidad en la tragedia.
La implicación de otras dos personas en este caso añade otra capa de complejidad. Robert Michalski Jr., dueño del pitbull, huyó del lugar con el animal tras el ataque, presuntamente para evitar su confiscación. También se ha imputado a Taylor Marvin-Brown, supuesta pareja de Williams en ese momento, por participar activamente en los castigos que recibía el menor. Ambos esperan sentencia, y la comunidad espera que se haga justicia para el pequeño de seis años cuya vida fue truncada de manera tan violenta e injusta.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de reforzar las medidas de protección a la infancia y de abordar las causas subyacentes de la violencia familiar. La tragedia de Savannah, Ohio, debe servir como un llamado a la reflexión y a la acción para prevenir que situaciones similares se repitan en el futuro. La pregunta que queda resonando en la mente de todos es: ¿cómo pudo ocurrir algo así? Y, más importante aún, ¿qué podemos hacer para evitar que vuelva a suceder? La respuesta, sin duda, requiere un esfuerzo colectivo de toda la sociedad.
Fuente: El Heraldo de México