
11 de julio de 2025 a las 15:30
Lluvias torrenciales por monzón y onda tropical.
Prepárense, porque este viernes 11 de junio, el cielo llorará con fuerza. El monzón mexicano y la Onda Tropical número 11, como dos bailarines cósmicos en perfecta sincronía, continuarán su espectáculo de agua y truenos en 12 estados de la República. Imaginen cascadas celestiales descargando más de 75 mm de agua, un volumen capaz de llenar cubetas y regar los campos sedientos. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), nuestro vigilante del clima, nos advierte sobre la intensidad de estas precipitaciones.
En el Valle de México, el día se vestirá de gris, con un cielo nublado que persistirá como un telón opaco. Las mañanas se presentarán frías, abrazadas por la neblina que se aferra a las zonas serranas, creando un ambiente misterioso y mágico. Pero no se confíen, la tarde traerá consigo un cambio de escenario: la temperatura subirá a valores templados, y las lluvias y chubascos harán su aparición estelar en la Ciudad de México. En el Estado de México, el espectáculo será aún más dramático, con tormentas que rugirán con fuerza, acompañadas de descargas eléctricas que iluminarán el cielo y la posible caída de granizo, pequeños diamantes de hielo que repiquetearán en los techos y las calles.
Estas lluvias, aunque necesarias para la vida, traen consigo un riesgo latente. Los ríos y arroyos, como venas que recorren el territorio, verán crecer su caudal, amenazando con desbordarse. La tierra, empapada y vulnerable, podría ceder ante la fuerza del agua, provocando deslaves que arrastran todo a su paso. Las inundaciones, un enemigo silencioso y poderoso, podrían convertir calles y avenidas en ríos improvisados, aislando comunidades y poniendo en peligro la vida de quienes se atreven a desafiar su fuerza.
No olvidemos los peligros menos visibles, pero igualmente importantes. Los encharcamientos, trampas engañosas que se esconden bajo la superficie del agua, pueden provocar accidentes de tránsito y dificultar el desplazamiento. La visibilidad reducida, como un velo que cubre el paisaje, aumenta el riesgo de accidentes. Y los árboles, gigantes que se yerguen imponentes, podrían sucumbir ante la fuerza del viento y la lluvia, cayendo sobre casas, autos y transeúntes desprevenidos. Lo mismo puede ocurrir con los anuncios publicitarios, estructuras que, debilitadas por la tormenta, podrían desplomarse y causar daños.
En la Ciudad de México, el termómetro oscilará entre los 11 y los 23 grados Celsius, un recordatorio de la dualidad del clima. En Toluca, la capital mexiquense, las temperaturas serán aún más frescas, entre los 7 y los 20 grados Celsius, una invitación a abrigarse y disfrutar del calor del hogar.
Manténganse informados, presten atención a las indicaciones de las autoridades y tomen las precauciones necesarias. La naturaleza nos recuerda su poder, y es nuestra responsabilidad estar preparados para afrontar sus embates. Recuerden que la prevención es la mejor herramienta para protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos.
Fuente: El Heraldo de México