
11 de julio de 2025 a las 16:20
Hermanos y tenis: tragedia familiar
La tragedia se ciñó sobre Capitán Bermúdez, provincia de Santa Fe, dejando a una familia destrozada y a una comunidad conmocionada. Un absurdo altercado por un par de tenis terminó con la vida de Rubén Arévalo, de 21 años, a manos de su propio hermano, un adolescente de tan solo 16. El eco del dolor resuena en cada rincón de esta ciudad, donde vecinos e internautas expresan su incredulidad y tristeza ante un hecho que parece sacado de una pesadilla.
La discusión, que comenzó aparentemente por un trivial par de zapatillas, escaló rápidamente hasta niveles inimaginables. En un arranque de furia, el menor empuñó un arma blanca y asestó una puñalada letal en el pecho de su hermano mayor. A pesar de los desesperados intentos por salvarle la vida, Rubén no pudo resistir. Tras ser trasladado de urgencia al Hospital Eva Perón Granadero Baigorria, donde fue sometido a una intervención quirúrgica y permaneció en terapia intensiva, el joven falleció ayer, dejando un vacío irreparable en su familia y amigos.
La noticia del fratricidio ha conmocionado a la opinión pública. En las redes sociales, la indignación y la tristeza se entremezclan con preguntas sin respuesta. ¿Cómo pudo llegar a tal extremo una disputa entre hermanos? ¿Qué factores detonaron semejante acto de violencia? La comunidad de Capitán Bermúdez se encuentra sumida en un profundo luto, buscando comprender lo incomprensible.
Mientras tanto, la justicia avanza con la investigación. El joven agresor fue aprehendido en su domicilio y se encuentra recluido en el Centro de Admisión o Derivación de Rosario de la Unidad de Gestión Interministerial del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil. La fiscal Romina Cocomazzi está a cargo del caso y será la encargada de determinar la situación legal del menor. Este viernes se realizará la autopsia al cuerpo de Rubén, un procedimiento crucial para esclarecer las circunstancias exactas del fallecimiento.
El silencio de la familia es abrumador. Sumidos en un dolor indescriptible, hasta el momento no han realizado declaraciones públicas. Se comprende el abismo de tristeza en el que se encuentran inmersos, enfrentando la pérdida de un hijo y, al mismo tiempo, la inminente realidad judicial del otro. La comunidad se une en silencio, respetando el duelo y esperando que la justicia actúe con la celeridad y la prudencia que un caso tan delicado requiere.
Este trágico suceso pone de manifiesto, una vez más, la importancia de la contención familiar y la necesidad de abordar los conflictos de manera pacífica. La violencia nunca es la respuesta. La vida de Rubén se apagó demasiado pronto, víctima de una ira descontrolada que ha dejado una profunda cicatriz en el corazón de una comunidad entera. Esperamos que este doloroso episodio sirva como una llamada de atención para promover la resolución pacífica de conflictos y prevenir futuras tragedias. La memoria de Rubén Arévalo debe servir como un recordatorio constante de la fragilidad de la vida y la importancia de valorar los lazos familiares por encima de cualquier diferencia.
Fuente: El Heraldo de México