
11 de julio de 2025 a las 09:20
Alerta: Pérdidas millonarias en sector ganadero.
La incertidumbre se cierne nuevamente sobre la industria ganadera mexicana. El reciente cierre de la frontera estadounidense al ganado en pie, a raíz del brote de gusano barrenador detectado en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, ha reavivado la preocupación en el sector y profundizado las pérdidas económicas, que ya superan los 400 millones de dólares en lo que va del año, según estimaciones del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Esta cifra, lamentablemente, parece destinada a aumentar con el pasar de los días, golpeando duramente el bolsillo de los ganaderos y la economía nacional.
La ironía es palpable. Apenas el lunes pasado, tras casi dos meses de cierre, se iniciaba una esperanzadora reapertura escalonada de los puertos fronterizos, comenzando por Douglas, Arizona. La alegría duró poco. La detección del brote de gusano barrenador, a pesar de estar localizado a más de 500 kilómetros de la frontera, echó por tierra las expectativas de recuperación. La política de "no regionalización" aplicada por el gobierno estadounidense, que se niega a diferenciar entre zonas afectadas y libres de la plaga, castiga injustamente a los ganaderos del norte del país, principales exportadores de ganado en pie a Estados Unidos y ajenos al foco de infección.
Las consecuencias son devastadoras, especialmente para estados como Sonora, Chihuahua, Durango y Coahuila, cuya economía depende en gran medida de la exportación ganadera. El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, no ha tardado en reaccionar, buscando un trato especial para su estado y solicitando a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural que interceda ante el gobierno estadounidense, haciendo valer el estatus sanitario privilegiado de la entidad.
La Unión Ganadera Regional de Sonora comparte la preocupación. Su presidente, Juan Carlos Ochoa Valenzuela, considera drástica la decisión de cerrar completamente la exportación, justo cuando se reanudaban las actividades en Agua Prieta. El anterior cierre, de 57 días, dejó cerca de 100 mil cabezas de ganado sonorense varadas en los ranchos, con un impacto económico cercano a los 150 millones de dólares. Un escenario que, de repetirse, agravaría aún más la situación.
Mientras tanto, desde la Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG), su presidente, Jesús Brígido Coronel, recuerda la capacidad e infraestructura del sector para detectar, aislar y tratar cualquier animal infectado con la larva del gusano barrenador dentro de sus propios corrales. Coronel aboga por una estrategia integral que combine el monitoreo con el combate al medio de contagio, confiando en la posibilidad de controlar la plaga de manera efectiva.
Desde el ámbito político, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha calificado la decisión estadounidense de "exagerada", poniendo en marcha equipos de trabajo para demostrar que la situación está bajo control y presionando para una pronta reapertura de la frontera. La esperanza, a pesar de la adversidad, se mantiene viva en el sector ganadero, que confía en una solución rápida y justa que permita retomar la actividad exportadora y minimizar las pérdidas. El tiempo, sin embargo, corre en contra.
Fuente: El Heraldo de México