
10 de julio de 2025 a las 09:20
México: Refugio estratégico en la tormenta global
En un mundo sacudido por la incertidumbre, donde las tensiones comerciales internacionales y las disputas geopolíticas se entrelazan como una compleja red de desafíos, México se yergue como un ejemplo de resiliencia y visión estratégica. Este 2025, marcado por la reactivación de tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países, incluyendo a México, nos ha puesto a prueba. Las fricciones en torno al T-MEC, particularmente en lo que respecta a las reglas de origen en sectores cruciales como el automotriz, se suman a los efectos colaterales de la confrontación económica entre Washington y China. El resultado es un escenario volátil, donde la incertidumbre se cierne sobre los mercados internacionales.
A este panorama complejo se añaden factores geopolíticos de gran envergadura, como la fragmentación de las cadenas de suministro, la creciente presión sobre los recursos naturales y una sensibilidad exacerbada en los mercados globales. Sin embargo, en medio de esta tempestad, México ha demostrado una notable estabilidad en indicadores clave, como el tipo de cambio. Esta estabilidad no es fruto de la casualidad, sino de una estrategia cuidadosamente diseñada que busca contener la escalada política y preservar espacios de negociación con un enfoque más sereno y pragmático.
Pero la contención no basta. En momentos como este, los países deben presentar planes concretos y bien estructurados para mantener su atractivo como destinos de inversión. Aquí es donde entra en juego el Plan México, una iniciativa visionaria que busca no solo atraer capital, sino también protegerlo, acompañarlo y consolidarlo. Esta estrategia se materializa en la construcción de un portafolio de inversión que identifica a las empresas que ya operan en México, aquellas que buscan expandirse y las compañías internacionales que ven a nuestro país como un hub comercial estratégico.
La clave no radica únicamente en abrir las puertas a nuevas inversiones, sino en simplificar los procesos, atender los retos presentes y alinear los esfuerzos interinstitucionales entre dependencias clave como Relaciones Exteriores, Infraestructura, Energía y Medio Ambiente, entre otras. Esta coordinación estratégica permite anticipar y resolver cuellos de botella, desbloqueando procesos críticos y, sobre todo, ofreciendo la tan ansiada certeza a los inversionistas, un factor que históricamente ha representado un desafío operativo en México. Los resultados de esta estrategia son palpables: a pesar del complicado panorama internacional, la Inversión Extranjera Directa (IED) en México durante el primer trimestre de 2025 ascendió a 21,373 millones de dólares, un 5.4% superior al mismo periodo en 2024.
Para que estos esfuerzos se traduzcan en un impacto duradero, es fundamental la participación activa del sector privado como socio estratégico en la implementación del Plan México. Potencializar el portafolio de inversión requiere mantener mecanismos ágiles de comunicación entre el gobierno y la industria, así como generar espacios de inteligencia conjunta que permitan identificar barreras, oportunidades y sectores prioritarios.
Es crucial, además, reforzar la presencia de México en los foros internacionales, promover estándares comunes con nuestros socios comerciales y ofrecer esquemas claros de acompañamiento a la inversión, especialmente en industrias emergentes con alto potencial como la energía limpia, los semiconductores y la manufactura avanzada.
Si bien los desafíos persisten, tanto en el ámbito externo, con las tensiones comerciales y la incertidumbre global, como en el interno, con la necesidad de materializar los planes de infraestructura crítica y encontrar soluciones innovadoras, México se encuentra en una posición privilegiada para consolidarse como un destino atractivo para la inversión.
En un mundo donde la confianza es un bien escaso y el riesgo es elevado, la construcción de un marco que transmita certidumbre y capacidad de ejecución se convierte en un logro de gran relevancia. México está apostando por la confianza, y esa apuesta, sin duda, rendirá frutos en el largo plazo. Álvaro Vértiz, Socio DGA, nos ofrece esta valiosa perspectiva sobre el panorama económico actual y el futuro de la inversión en México.
Fuente: El Heraldo de México