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10 de julio de 2025 a las 17:15

Mascotas: ¿La clave para una memoria imbatible?

El vínculo entre humanos y animales de compañía siempre ha sido fuente de fascinación y, cada vez más, de estudio científico. Recientemente, una investigación publicada en Scientific Reports ha arrojado luz sobre el impacto positivo que las mascotas, especialmente perros y gatos, pueden tener en la salud cerebral, particularmente en la prevención del deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.

Este estudio, basado en datos de la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación en Europa (SHARE), analizó la evolución cognitiva de personas mayores de 50 años durante un extenso periodo, de 2004 a 2022. La comparación entre individuos que convivían con mascotas y aquellos que no arrojó resultados sorprendentes: quienes compartían su vida con un perro o un gato mostraron un declive cognitivo significativamente más lento.

La investigación no se limitó a una observación general, sino que profundizó en las áreas cognitivas específicas que se benefician de la convivencia con animales. En el caso de los dueños de perros, se observó una mejor preservación de la memoria, tanto inmediata como diferida, facultades cruciales para la vida diaria. Por otro lado, quienes convivían con gatos mostraron una mayor fluidez verbal, indicativo de una mejor capacidad de comunicación y procesamiento del lenguaje, además de una memoria diferida también superior.

¿Pero cuál es la razón detrás de estos beneficios? Los investigadores sugieren que la clave reside en la interacción, tanto física como social, que se establece con perros y gatos. Pasear a un perro, por ejemplo, implica actividad física regular, un factor ampliamente reconocido por su impacto positivo en la salud cerebral. Además, el simple acto de sacar a pasear a nuestra mascota nos pone en contacto con otras personas, fomentando la socialización y combatiendo el aislamiento.

En el caso de los gatos, si bien la interacción física puede ser diferente, la compañía que ofrecen, especialmente en momentos de soledad, aporta estabilidad emocional y reduce el estrés, factores que también influyen en la salud cognitiva. La ciencia ha demostrado que el aislamiento social y la inactividad son enemigos del cerebro, acelerando el deterioro cognitivo. Tener una mascota, en este sentido, actúa como un escudo protector, fomentando rutinas, creando vínculos emocionales y estableciendo lo que los investigadores denominan una "reserva relacional" que interactúa positivamente con la reserva cognitiva del cerebro.

Aunque el estudio se centró en perros y gatos, mostrando resultados menos concluyentes en la convivencia con otras especies como aves o peces, los expertos no descartan que el tipo de vínculo establecido con el animal, más que la especie en sí misma, sea la clave para obtener estos beneficios cognitivos. Se abre así un nuevo campo de investigación para explorar la influencia de la calidad de la interacción humano-animal en la salud cerebral.

En definitiva, esta investigación nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que las mascotas desempeñan en nuestras vidas, no solo como fuente de cariño y compañía en el presente, sino también como aliadas en la protección de nuestra salud mental a largo plazo. Adoptar un perro o un gato, más allá de la alegría inmediata, podría ser una inversión en nuestro futuro cognitivo, una forma de construir una reserva de bienestar que nos acompañe a lo largo de los años. Y aunque los resultados con otras mascotas no sean tan contundentes, la importancia del vínculo afectivo que establecemos con ellas sigue siendo innegable, abriendo nuevas vías de investigación para comprender mejor la compleja y enriquecedora relación entre humanos y animales.

Fuente: El Heraldo de México