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10 de julio de 2025 a las 12:20

Inflación se desacelera

Un respiro para el bolsillo, pero la batalla contra la inflación continúa. Junio trajo consigo una ligera brisa de alivio para las familias mexicanas, con la inflación anual desacelerando su ritmo a un 4.32%. Imaginen la escena: la papaya, reina de las mesas veraniegas, con un precio un 14% menor, el chile serrano, esencial en salsas y guisos, disminuyendo su costo en más de un 15%. La calabacita, la guayaba, el limón, el chile poblano y el pepino, todos ellos ingredientes fundamentales en la cocina mexicana, también vieron descensos significativos en sus precios. Un alivio, sin duda, en tiempos de incertidumbre económica.

Sin embargo, no cantemos victoria todavía. Este respiro, aunque bienvenido, no borra la realidad: la inflación sigue por encima del rango objetivo del Banco de México, recordándonos que la lucha contra el alza de precios aún no ha terminado. El fantasma de la inflación persiste, acechando desde las sombras. Mientras disfrutamos de la papaya a precio más accesible, otros productos continúan su escalada alcista. Las loncherías, las fondas, esos rincones donde se saborea la auténtica comida mexicana, vieron aumentar sus precios, al igual que los restaurantes. La vivienda propia, un anhelo para muchos, también registró un incremento, y qué decir de la carne, un elemento básico en la dieta de muchas familias, que sigue subiendo de precio, junto con el transporte aéreo y la zanahoria.

¿Qué nos depara el futuro? Los expertos analizan la situación con cautela. Si bien la desaceleración de la inflación se debe en parte a una base de comparación elevada del año pasado, factores como las sequías que afectaron las cosechas juegan un papel importante. La preocupación radica en la persistente alza en el precio de las mercancías y en el repunte del costo de los servicios, a pesar de la debilidad de la actividad económica. Es un escenario complejo que exige una mirada atenta y un análisis profundo.

El Banco de México, guardián de la estabilidad económica, tiene la difícil tarea de tomar decisiones acertadas en un contexto de incertidumbre. Si bien se descarta un ajuste drástico en la tasa de referencia, la posibilidad de recortes se mantiene sobre la mesa. ¿Será suficiente para controlar la inflación sin afectar el crecimiento económico? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, las familias mexicanas se debaten entre el alivio momentáneo y la incertidumbre del mañana, esperando que la tormenta inflacionaria finalmente se disipe. La batalla continúa, y la vigilancia constante es clave para navegar en estas aguas turbulentas.

Fuente: El Heraldo de México