La angustia se extiende como las aguas embravecidas del río Guadalupe. Dos nuevas familias mexicanas, originarias de Guanajuato y Querétaro, se suman a la dolorosa lista de quienes buscan desesperadamente a sus seres queridos desaparecidos tras las devastadoras lluvias que azotaron Texas el fin de semana. La incertidumbre se cierne sobre ellos, mientras el Consulado de México en San Antonio trabaja incansablemente, ofreciendo apoyo y colaborando estrechamente con las autoridades estadounidenses en la búsqueda de nuestros connacionales. La solidaridad se hace presente en estos momentos de profundo dolor, con brigadas de emergencia desplegadas desde Coahuila, extendiendo una mano amiga a los damnificados en una muestra conmovedora de hermandad.

Este gesto de apoyo, en medio de la tragedia, ha trascendido fronteras. El gobierno de Estados Unidos ha expresado su profundo agradecimiento por la solidaridad de México, reconociendo la invaluable labor de los bomberos y equipos de rescate mexicanos que, sin dudarlo, se unieron a los esfuerzos para salvar vidas y llevar esperanza a las comunidades afectadas. La generosidad de nuestros compatriotas brilla en medio de la oscuridad, demostrando una vez más la fuerza de la unión y la empatía que nos caracteriza como nación.

La tragedia, sin embargo, ha dejado una huella imborrable en nuestros corazones. Con profunda tristeza, confirmamos el fallecimiento de Alicia Torres, quien se encontraba desaparecida junto a su esposo José Olvera. La pareja, originaria de Querétaro, cuidaba de un rancho en la comunidad de Hunt, en el condado de Kerr, Texas. La noticia de su partida ha conmocionado a la comunidad queretana, y el gobierno estatal ha brindado apoyo a sus familiares en estos momentos de inmenso dolor. El hallazgo de los cuerpos de José y Alicia, tras días de angustiosa búsqueda, cierra un capítulo de esta tragedia, pero deja una herida abierta en las familias y en la comunidad mexicana.

Mientras las aguas comienzan a retroceder, la magnitud de la devastación se hace evidente. Más de cien vidas se han perdido en esta catástrofe natural, dejando un rastro de destrucción y desolación. La reconstrucción será larga y ardua, pero la solidaridad y la resiliencia del pueblo texano, junto con el apoyo incondicional de México, serán fundamentales para superar esta prueba y volver a levantarse. En estos momentos de profundo dolor, nos unimos al duelo de las familias que han perdido a sus seres queridos y reafirmamos nuestro compromiso de seguir brindando apoyo a nuestros connacionales en Texas.