
9 de julio de 2025 a las 09:15
Sheinbaum: Internet para todos con la nueva Ley
En un mundo cada vez más digitalizado, donde la información fluye a la velocidad de la luz y la conectividad se ha convertido en una necesidad básica, la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión se erige como un faro de esperanza para millones de mexicanos. Esta ley, fruto del diálogo y la colaboración entre ciudadanos, académicos y expertos, no es simplemente una actualización de la legislación anterior, sino una verdadera transformación que busca democratizar el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, garantizando que nadie se quede atrás en la carrera hacia el futuro.
Imaginemos un México donde la conectividad no sea un privilegio, sino un derecho. Un México donde las comunidades más apartadas, desde las serranías hasta las selvas, puedan acceder a la información, a la educación en línea, a la telemedicina y a un sinfín de oportunidades que ofrece el mundo digital. Esto es precisamente lo que busca esta nueva ley: tender puentes digitales que conecten a todos los mexicanos, sin importar su ubicación geográfica, su condición social o su nivel económico. La creación de la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones, un órgano independiente y comprometido con el interés público, es una pieza clave en este engranaje, pues velará por el cumplimiento de la ley y asegurará que los servicios de telecomunicaciones sean accesibles y de calidad para todos.
Más allá de la expansión de la conectividad, esta ley también aborda un tema crucial en la era digital: la protección de los datos personales. En un contexto donde la información se ha convertido en un activo invaluable, la ley blinda a los ciudadanos contra el acceso indebido a sus datos, estableciendo mecanismos claros y rigurosos que requieren una orden judicial para acceder a información sensible. Esto no solo protege la privacidad de los usuarios, sino que también fortalece la confianza en las instituciones y en el uso responsable de las tecnologías.
La incorporación de tecnologías emergentes, como las comunicaciones satelitales directas a dispositivos, es otro aspecto destacable de esta nueva legislación. Esta innovación permitirá llevar la conectividad a los rincones más remotos del país, donde la infraestructura tradicional resulta costosa o difícil de implementar. De esta manera, se amplían las posibilidades de desarrollo económico y social en estas zonas, brindando acceso a la educación, la salud y otras oportunidades que antes estaban fuera de su alcance.
Es importante destacar que esta ley no solo se enfoca en la expansión de la infraestructura y la tecnología, sino también en la protección de los usuarios. La clara distinción entre información, noticias y opinión, en línea con el artículo sexto constitucional sobre el derecho a la información, es un avance fundamental para garantizar la transparencia y la libertad de expresión en el espacio digital. Asimismo, la prohibición de cualquier tipo de discriminación en el acceso a las telecomunicaciones refuerza el principio de igualdad y asegura que todos los mexicanos tengan las mismas oportunidades en el mundo digital.
Las voces que se alzan en contra de esta ley, acusándola de espionaje o censura, son voces que se aferran a un pasado de privilegios y desigualdad. Son voces que buscan sembrar miedo y desinformación para defender intereses particulares. Esta ley, por el contrario, es un triunfo del pueblo mexicano, una victoria para la democracia y un paso firme hacia un futuro más inclusivo y conectado. Es una ley que se construyó con la participación ciudadana y que refleja el espíritu de la Cuarta Transformación: legislar con el pueblo y para el pueblo. Con la aprobación de esta ley, México se coloca a la vanguardia en materia de telecomunicaciones, consolidando su compromiso con la innovación, la inclusión y el desarrollo social. Este es solo el comienzo de una nueva era digital en nuestro país, una era donde la tecnología estará al servicio de todos los mexicanos.
Fuente: El Heraldo de México