
10 de julio de 2025 a las 00:40
Sheinbaum Desarma la GAM
La Basílica de Guadalupe, un escenario imponente de fe y esperanza, se convirtió ayer en el epicentro de un mensaje contundente: la paz es posible. Bajo la mirada serena de la Virgen, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, encabezó la ceremonia conmemorativa del Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, un acto simbólico que resonó con fuerza en el corazón de la Gustavo A. Madero y del país entero. No se trató simplemente de la destrucción física de armas; fue la destrucción de la idea de que la violencia es la respuesta, la demolición del miedo que paraliza y la construcción, ladrillo a ladrillo, de un futuro más seguro para todos.
La imagen de las armas convertidas en chatarra, incapaces de infligir dolor y sembrar tragedia, contrasta poderosamente con la visión de una sociedad que elige el diálogo, la comprensión y la reconciliación. El programa "Sí al Desarme, Sí a la Paz", impulsado por la propia Presidenta, no solo ofrece una compensación económica por la entrega voluntaria y anónima de armas y explosivos, sino que también entrega una promesa: la promesa de un cambio real, de una transformación profunda que comienza en el seno de cada hogar y se expande a lo largo y ancho del territorio nacional.
Las cifras hablan por sí solas. Más de 2,900 armas recolectadas en lo que va del año, un testimonio palpable del compromiso de la ciudadanía con la construcción de la paz. Jóvenes y adultos, unidos por un mismo anhelo, han decidido dejar atrás la sombra de la violencia y abrazar la luz de la esperanza. La disminución del 25% en los homicidios desde el inicio de la administración Sheinbaum no es producto de la casualidad, sino del trabajo incansable, de la convicción firme de que la seguridad no se construye con balas, sino con oportunidades.
La Presidenta Sheinbaum fue clara en su discurso: la paz no se decreta, se construye. Y se construye atendiendo las raíces de la violencia, ofreciendo a los jóvenes un presente digno y un futuro prometedor, garantizando su acceso a la educación, al deporte y a la cultura. Se trata de brindarles las herramientas necesarias para que puedan forjar sus propios destinos, lejos de las tentaciones del crimen y la delincuencia.
La iniciativa de la Secretaria de Cultura, Claudia Curiel, de transformar las armas decomisadas en obras de arte, añade una dimensión aún más profunda a este proceso de transformación. El metal frío y letal, símbolo de destrucción, se convertirá en materia prima para la creación, en un lienzo donde los artistas plasmarán su visión de un mundo sin violencia. Una convocatoria que, sin duda, despertará la creatividad y el talento de artistas de todo el país, y que nos permitirá contemplar la belleza que puede surgir de las cenizas de la violencia.
La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, destacó la disminución histórica del 64% en las lesiones por disparo de arma de fuego en la Ciudad de México desde 2019. Un logro significativo que demuestra que la estrategia de seguridad implementada está dando frutos, que la apuesta por la prevención y la atención a las causas de la violencia es el camino correcto.
El alcalde de Gustavo A. Madero, Janecarlo Lozano, celebró la elección de su alcaldía como sede de esta importante ceremonia, y reiteró su compromiso con la construcción de la paz en su demarcación. El programa de desarme voluntario se ha difundido en plazas públicas, escuelas e iglesias, llevando el mensaje de esperanza a cada rincón de la alcaldía. Sacar las armas de los hogares no solo salva vidas, sino que también fortalece el tejido social, reconstruye la confianza y nos permite vislumbrar un futuro donde la paz sea la norma, no la excepción. Este evento, sin duda, marca un hito en la lucha contra la violencia y nos recuerda que la paz es una tarea colectiva, un compromiso que debemos asumir todos y cada uno de nosotros.
Fuente: El Heraldo de México