Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Gastronomía

9 de julio de 2025 a las 18:05

Secreto de las monjas para un chile en nogada auténtico

Adentrémonos en el corazón de la cocina mexicana, donde el chile en nogada reina como un símbolo patrio y un festín para los sentidos. Este plato, una explosión de colores que emulan la bandera mexicana, esconde un secreto en su cremosa salsa: el jerez. Más allá de la nuez de Castilla, la granada y el perejil, este vino fortificado español aporta una dimensión de sabor que eleva la nogada a la categoría de obra maestra culinaria.

Las expertas manos de las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en Puebla, quienes originalmente concibieron esta delicia en el siglo XIX, reconocieron la magia del jerez. Su toque sutil, casi imperceptible al paladar, armoniza la dulzura de la nuez y la manzana con las notas herbáceas del perejil, creando un equilibrio perfecto. No se trata simplemente de añadir un ingrediente más, sino de orquestar una sinfonía de sabores donde el jerez actúa como director de orquesta. Imaginen esa cremosa salsa blanca, aterciopelada y brillante, abrazando el chile relleno de picadillo, con el jerez susurrando notas de complejidad y profundidad en cada bocado.

Una o dos cucharadas por taza de nogada son suficientes para transformar la salsa. No se busca un sabor predominante a jerez, sino una sutil elegancia, un matiz que enriquece la experiencia sin opacar la delicadeza de los demás ingredientes. El jerez, además, equilibra la riqueza de la crema, evitando que resulte pesada, y realza la intensidad de cada sabor, creando una experiencia gustativa inolvidable.

Septiembre se acerca, y con él, la temporada de chiles en nogada. Si bien el jerez es el ingrediente ideal, entendemos que a veces la despensa nos juega una mala pasada. No se preocupen, la tradición culinaria mexicana es rica en alternativas. Si no encuentras jerez, un vino blanco dulce o semidulce puede ser un buen sustituto. Un brandy suave, usado con moderación, también aportará notas aromáticas interesantes. El oporto, con su dulzura y complejidad, es otra opción a considerar. Incluso un toque de ron dorado, si se busca una nota más cálida y especiada, puede funcionar. La clave está en elegir un sustituto dulce y aromático, que complemente los sabores de la nogada sin dominarlos.

Encontrar jerez no es una tarea complicada. Un paseo por el supermercado revelará opciones asequibles, con precios que rondan los 90 a 100 pesos por litro. Para los paladares más exigentes, las tiendas especializadas en vinos y licores ofrecen una mayor variedad. Marcas reconocidas como Tres Coronas son fáciles de encontrar y garantizan la calidad que este plato merece. Así que, con un poco de previsión, no hay excusa para no disfrutar de la auténtica experiencia del chile en nogada, un plato que celebra la riqueza de la gastronomía mexicana y la sabiduría culinaria heredada de generaciones pasadas.

Fuente: El Heraldo de México