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10 de julio de 2025 a las 01:25
¡Rescatan a niño atrapado en máquina de peluches!
La fiebre por los peluches de las máquinas de garra ha alcanzado un nuevo nivel, y no precisamente por un premio récord. En un centro comunitario de Ohio, un niño protagonizó una escena digna de película, aunque con un final feliz. Imaginen la escena: un concurrido centro comunitario, el bullicio de la gente, el tintineo característico de las máquinas recreativas… y de repente, un silencio expectante. Un niño, llevado por la irresistible atracción de un peluche, decidió tomar el camino menos convencional para conseguirlo: ¡introduciéndose en la máquina!
El video, que ya circula por todas las redes sociales, muestra al pequeño intrépido en su intento por alcanzar el preciado tesoro. Primero, una pierna, luego la otra… y en un abrir y cerrar de ojos, el niño se encontraba atrapado de la cintura para arriba, sentado entre la montaña de peluches, como un rey en su recién conquistado reino de felpa. La sorpresa inicial dio paso a la preocupación y al caos. Padres, niños y personal del centro comunitario se agolpaban alrededor de la máquina, intentando comprender cómo había sucedido aquello.
La situación requería una solución rápida y eficiente. El personal de seguridad, ante la imposibilidad de liberar al pequeño explorador, tomó una decisión drástica: trasladar la máquina entera a una tienda cercana. Imaginen la procesión: la máquina de garra, convertida en un improvisado vehículo de rescate, recorriendo los pasillos del centro comercial, seguida de una comitiva de curiosos. Una vez en la tienda, se dio aviso a los servicios de emergencia.
Minutos que parecieron horas transcurrieron hasta la llegada de los bomberos, quienes, con la pericia y profesionalismo que los caracteriza, se dispusieron a liberar al pequeño cautivo. No se trataba de un incendio, ni de un gato atrapado en un árbol, sino de un niño en una peculiar situación. Con cuidado y precisión, abrieron el panel trasero de la máquina, rescatando al niño sano y salvo. Las autoridades confirmaron que el pequeño aventurero no sufrió heridas y no requirió atención médica, más allá de, quizá, una buena dosis de abrazos y una charla sobre la importancia de no adentrarse en las máquinas de juegos.
Este incidente nos recuerda la fascinación que ejercen estas máquinas, especialmente en los más pequeños. No es un caso aislado. Hace unos años, otro niño protagonizó una escena similar. Mason, cenando con sus padres, no pudo resistir la tentación de una máquina de peluches cercana. Decidido a conseguir su premio, se introdujo en la máquina con la misma audacia que el pequeño de Ohio. A diferencia de nuestro protagonista, Mason sí logró obtener el peluche deseado, pero a un precio: quedar atrapado. Un bombero, con paciencia y buen humor, le pidió que se sentara y se relajara mientras lo liberaban.
Estos casos, aunque anecdóticos, nos invitan a reflexionar sobre la seguridad en los espacios de recreación infantil. Quizás sea necesario revisar los diseños de estas máquinas para evitar futuros incidentes. Mientras tanto, la historia del niño de Ohio y la de Mason nos recuerdan que la búsqueda de un peluche puede llevarnos a lugares inesperados, y que a veces, la mejor recompensa es un final feliz. Y, por supuesto, nos deja una valiosa lección: a veces, el camino más directo no es el más seguro.
Fuente: El Heraldo de México