
9 de julio de 2025 a las 09:25
Morelos Inseguro: Robos al Alza en 2025
La inseguridad acecha a Morelos. Un manto de preocupación se extiende sobre sus habitantes ante el creciente número de delitos contra el patrimonio registrados en los primeros cinco meses del año. Las cifras, frías y contundentes, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) pintan un panorama desolador: 9,023 delitos, una cifra que resuena como una alarma en los hogares morelenses. Robos totales, a casa habitación, de vehículos, autopartes, a transeúntes, a negocios… la lista parece interminable, un catálogo de vulnerabilidades que expone la fragilidad de la seguridad en el estado gobernado por Margarita González Saravia.
El daño a la propiedad se erige como la principal amenaza al patrimonio de los ciudadanos, con 1,074 casos reportados. Enero, el primer mes del año, fue el que registró la mayor incidencia, con 276 casos, un dato que invita a reflexionar sobre las posibles causas detrás de este pico. ¿Factores estacionales? ¿Descuidos propios de la época vacacional? Las preguntas quedan en el aire, a la espera de respuestas que permitan comprender y, sobre todo, prevenir futuras incidencias.
El fraude, con 920 denuncias, se consolida como otra de las lacras que azotan a Morelos, mostrando un preocupante ascenso de enero a mayo. La tendencia al alza es innegable: de 162 denuncias en enero a 209 en mayo, el incremento gradual mes a mes dibuja una curva ascendente que exige atención inmediata. ¿Qué tipo de fraudes son los más comunes? ¿Existen patrones que permitan identificar a los responsables? La información detallada se vuelve crucial para combatir este delito que se alimenta de la confianza y la vulnerabilidad de las personas.
El despojo, con 465 denuncias en el mismo periodo, completa el trío de delitos que más afectan el patrimonio de los morelenses. La pérdida de bienes inmuebles, ya sea por la fuerza o la intimidación, deja una profunda huella en la vida de las víctimas, generando no solo un daño material sino también un impacto emocional difícil de superar.
Más allá de los delitos contra el patrimonio, la extorsión se alza como una sombra ominosa, con un incremento del 117% en comparación con el año anterior. Pasar de 23 a 50 casos en un año es una señal de alerta que no puede ser ignorada. La extorsión, un delito que se nutre del miedo y la intimidación, mina la tranquilidad de la sociedad y exige una respuesta contundente por parte de las autoridades.
Las lesiones también muestran una tendencia al alza, aunque en menor medida, con un incremento del 16.9% en el último año. Si bien la cifra puede parecer menos alarmante en comparación con otros delitos, cada caso representa un sufrimiento individual que no debe ser minimizado.
Y en el ámbito del hogar, donde debería reinar la seguridad y la armonía, la violencia familiar se manifiesta como una herida profunda en el tejido social. El incremento del 38.2% en los reportes, pasando de 374 a 517 casos, es una cifra que estremece. La violencia intrafamiliar, un problema complejo y multifacético, requiere una atención integral que aborde sus raíces y brinde apoyo a las víctimas.
Finalmente, el feminicidio, el más extremo de los delitos contra las mujeres, registra un aumento en su agravante, aunque no en el número de casos. Si bien se ha registrado un caso más en el periodo analizado, la gravedad de las circunstancias que rodean a estos crímenes ha aumentado, pasando de 374 reportes a 517. Cada feminicidio es una tragedia que conmociona a la sociedad y exige justicia. La lucha contra la violencia de género debe ser una prioridad, y las autoridades deben redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad y la protección de las mujeres morelenses.
El panorama en Morelos es complejo y desafiante. Las cifras hablan por sí solas, revelando una realidad que exige atención urgente. La seguridad, un derecho fundamental de todos los ciudadanos, se encuentra en entredicho. Es necesario un trabajo conjunto entre autoridades, sociedad civil y medios de comunicación para construir un Morelos más seguro, donde la tranquilidad y la justicia sean la norma, no la excepción.
Fuente: El Heraldo de México